Felipe González acusa a Trump de «romper todas las reglas» y alerta del declive de EEUU

El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca ha encendido las alarmas en la escena internacional. Para Felipe González, la reelección del líder republicano marca un punto de inflexión peligroso para la estabilidad global. «Trump va a ser la ruina de Estados Unidos», ha asegurado con contundencia. En una entrevista publicada en Ethic, el expresidente del Gobierno ha advertido de que el segundo mandato del magnate amenaza con dinamitar el orden liberal construido tras la Segunda Guerra Mundial.

González, que trató con presidentes estadounidenses como Reagan, Bush padre o Clinton durante sus 14 años en la Moncloa, establece una línea roja clara entre los republicanos tradicionales y la figura de Trump. No lo considera un político, ni siquiera un empresario al uso, sino un «mercachifle» que ha convertido la política exterior en un ejercicio de transacciones e impulsos personalistas. Su visión, denuncia, está desprovista de proyecto y cimentada en la ruptura de consensos.

La reciente actitud del presidente estadounidense ante la guerra en Ucrania es, según González, una muestra del nuevo rumbo de Washington. Lejos de defender el principio de soberanía, Trump ha sugerido premiar a Rusia con parte del territorio ucraniano a cambio de cesar el conflicto. «Por primera vez en cien años, Estados Unidos se coloca del lado del agresor», alerta el expresidente. Para él, ese giro deslegitima a Occidente como referente democrático y da alas a potencias autoritarias como China o Irán.

González va más allá y retrata a Trump como un líder sin brújula ni visión estratégica. Recuerda su propuesta de «transformar Gaza en un resort» como ejemplo de esa frivolidad peligrosa que caracteriza su manera de entender el mundo. Le preocupa que esa lógica se imponga también en Europa, donde crecen las pulsiones iliberales, y considera imprescindible que la Unión actúe con autonomía y cohesión ante un escenario internacional cada vez más volátil.

Y el mayor problema al que se enfrenta ahora Europa, y gran parte del resto de países, es la guerra arancelaria que este mismo miércoles Trump hizo oficial. Ante eso, González ha explicado que «hay que reaccionar a esa política, llamémosla arancelaria. Pero hay que comprender el problema de fondo. Europa debe entender que no puede correr el riesgo de que el amigo americano decida que Europa es el obstáculo y que es Putin quien debe ser el interlocutor. Europa tiene que reaccionar, fortaleciéndose, especialmente en defensa y seguridad». «No tiene más remedio que asumir su responsabilidad, con los apoyos que pueda tener, como Gran Bretaña o Canadá, para enfrentar esta terrible situación. Fortalecer la política de defensa es una condición necesaria, aunque no suficiente».

Desde su retiro, el expresidente socialista sigue lanzando advertencias políticas con el tono sobrio, pero firme que lo caracterizó en el poder. Su diagnóstico sobre el nuevo mandato de Trump no deja lugar a dudas: el sistema internacional entra en una etapa incierta, en la que los viejos equilibrios se tambalean y las democracias deben defenderse con más convicción que nunca. «La historia no se detiene, pero puede torcerse», advierte. Y, en su opinión, ya lo está haciendo.