Nueva batalla en el CGPJ por el intento de 'dedazo' de Lesmes para imponer su sustituto
El sector progresista presiona para que el vocal Rafael Mozo presida el órgano de gobierno de los jueces y que Marín Castán solo asuma la presidencia del Supremo
La incertidumbre es total en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Ni siquiera existe la certeza de quién va a sustituir a Carlos Lesmes como presidente del órgano de gobierno de los jueces. Su dimisión ha abierto un nuevo frente interno de disputa que podría desembocar en una incómoda situación de bicefalia en la cúpula del Poder Judicial. Buena parte de los vocales del órgano de gobierno de los jueces se opone a la hoja de ruta diseñada por Lesmes para que el hasta ahora vicepresidente del Tribunal Supremo, el magistrado Francisco Marín Castán, le suceda al frente del Alto Tribunal y también como presidente del CGPJ.
«Existe una controversia jurídica importante», indica un vocal del órgano de gobierno de los jueces en declaraciones a THE OBJECTIVE. El sector progresista y parte de los conservadores entienden que el cargo de presidente del CGPJ lo debe ocupar el vocal de mayor edad; es decir, el progresista Rafael Mozo, y no el actual número dos del Supremo. Creen que el hecho de que Marín Castán ocupe de forma interina la vicepresidencia del Tribunal Supremo le resta legitimidad para reemplazar a Lesmes en el CGPJ.
La sala de gobierno del Alto Tribunal dio su visto bueno al informe que el Gabinete Técnico del Supremo elaboró, a petición de Lesmes, para sentar las bases de la sucesión en el órgano de gobierno de los jueces. Ese informe concluía que la sustitución de Lesmes sería «automática» y tendría que recaer en el magistrado Marín Castán porque la presidencia del CGPJ y del Alto Tribunal es «inescindible».
«Pero una cosa es lo que diga el informe del Gabinete Técnico del Supremo, que no es vinculante, y otra es lo que los vocales vayan a decidir en el Pleno del jueves», indican desde el CGPJ. Si los vocales se resisten a aceptar al magistrado Marín Castán, podrían designar a su miembro de mayor edad como presidente del órgano de gobierno de los jueces. La mayoría de los vocales consideran una imposición la designación del magistrado del Supremo como sustituto de Lesmes, y que no se ha dejado margen de actuación al CGPJ.
Evitar un vacío de poder en el CGPJ
Ante el malestar mayoritario que existe en el órgano de gobierno de los jueces por esta hoja de ruta, y a petición de siete vocales conservadores, el propio Lesmes ha accedido a añadir un nuevo punto en el orden del día del Pleno extraordinario del próximo jueves. Los vocales llevarán a cabo una «valoración», que podría desembocar en «las decisiones que legalmente procedan», sobre su cese como presidente del CGPJ.
«Nosotros tenemos que hablarlo, hay una controversia jurídica importante. Lo que queremos es llegar a un acuerdo firme y sólido para evitar que se produzca un vacío de poder y que la persona que sustituya a Lesmes tenga el respaldo suficiente del Consejo. No podemos dar ningún tipo de espectáculo con esto», señala un vocal del sector conservador.
Las fuentes consultadas insisten en que la incertidumbre es muy grande. Ni siquiera existe certeza de que el BOE haya hecho efectiva el jueves la dimisión de Lesmes. No saben quién presidirá el Pleno en el que, además de valorar el cese del presidente del CGPJ, se evaluarán los trabajos llevados a cabo por la comisión negociadora constituida en septiembre para desbloquear la designación de magistrados del Tribunal Constitucional.
«Tenemos que estudiar la situación jurídica. Lo del Gabinete Técnico del Supremo no pasa de ser un informe jurídico. Lo que depende de nosotros es llegar a una solución firme, sólida y seria para solventar la controversia y dar un respaldo amplio a la persona que sustituya a Lesmes», añade un miembro del CGPJ.
El precedente de la bicefalia
De enrocarse ambas posiciones, este pulso por la jefatura del Poder Judicial podría acabar judicializado en la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo, que sería la encargada de decantar la balanza. No sería la primera vez que el la presidencia del CGPJ y del Alto Tribunal se desdobla. Ya ocurrió cuando Carlos Dívar dimitió en 2012 tras la polémica desatada cuando se supo que cargó a los Presupuestos una treintena de viajes que realizó en fines de semana por unos 28.000 euros.
Entonces, Dívar fue reemplazado en el Tribunal Supremo por Juan Antonio Xiol (hoy vicepresidente en funciones del Tribunal Constitucional) y por Fernando de Rosa, actual senador del PP, en el CGPJ. Hasta que Gonzalo Moliner les sustituyó a los dos. Esta bicefalia duró apenas un mes porque Dívar renunció un 21 de junio y Moliner fue elegido en un Pleno del CGPJ celebrado el 17 de julio.
En esa época la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ) era distinta. El CGPJ contaba con un vicepresidente mientras que el Supremo, no. La LOPJ se cambió a raíz de esa crisis, precisamente, para evitar futuros problemas en la sucesión del jefe del Poder Judicial. Sin embargo, el debate jurídico vuelve a estar abierto y el futuro de la presidencia interina del órgano de gobierno de los jueces dependerá del Pleno extraordinario del jueves.