La Junta Electoral anula los votos por correo de Melilla depositados en buzones
En la ciudad autónoma han solicitado esta modalidad de voto 11.707, el 20% del censo, aunque solo 3.612 personas han depositado la papeleta
Colas en la oficina de Correos de Melilla. | Ilies Amar (Europa Press)
La Junta Electoral Central ha acordado no dar validez a los votos encontrados estos días por los carteros en los buzones de Melilla. El órgano afirma que las papeletas no han sido certificadas, como requiere la ley. La Junta Electoral de Zona consultó qué hacer con esos sobres dirigidos a las mesas electorales ya que el servicio postal tampoco tenía muy claro cómo proceder. En la ciudad autónoma han solicitado el voto por correo 11.707 electores, el 20% del censo, aunque de momento solo 3.612 personas han depositado la papeleta.
Los votos serán depositados en la Junta Electoral de Melilla para su custodia. Hace unos días, Correos preguntó a las autoridades si debía devolver las papeletas a los remitentes. El organismo de zona trasladó la consulta a instancias superiores, que en la reunión de este jueves ha acordado que las papeletas que puedan encontrarse en los buzones no se enviarán a las mesas electorales, por lo que serán invalidadas. La Delegación del Gobierno subraya que de momento no se ha encontrado ningún voto por correo en el servicio ordinario.
El artículo 73 de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (Loreg) establece que «los sobres que contienen el voto por correo deben remitirse por correo certificado y el servicio de Correos conservará esta documentación hasta el día de la votación, en que deberá trasladarlo a las correspondientes mesas electorales». El acuerdo de la Junta Electoral Central, al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, precisa que «a tenor del citado precepto se deriva que no será válido el voto por correo que no se remita por correo certificado».
El censo en Melilla
El presidente de la Junta Electoral de Melilla realizó hace unos días un informe donde pone de manifiesto el alto porcentaje de solicitudes de voto por correo recibidas (más del 20% del censo), el escaso número de electores que han depositado su voto en las oficinas de Correos (un 16% de todos los solicitados en ese momento) y el acuerdo del citado órgano el 17 de mayo exigiendo la identificación personal del elector para la entrega del sobre con el voto por correo, requisito que confirmó la Junta Electoral Central un día más tarde en toda España.
El melón lo abrió el PP al mostrar su preocupación. El Juzgado de Instrucción número 2 de Melilla investiga la existencia una presunta trama sobre el voto por correo, que ha llevado a la detención una docena de personas, entre ellas dos dirigentes de Coalición por Melilla. Uno de ellos, el consejero de Distritos, fue cesado un día más tarde por el presidente de la ciudad autónoma.
La Junta Electoral Central acordó en 1999 que «los sobres conteniendo el voto por correspondencia que aparezcan depositados como correo ordinario en los buzones deben ser remitidos por el servicio de Correos a las mesas electorales o, en su caso, a las juntas electorales constituidas en mesa electoral, salvo que por razón de la fecha y siempre que el remitente sea conocido, sea posible que los mismos sean remitidos de nuevo a los electores para que efectúen su remisión por correo certificado».
El acuerdo se toma el mismo día que finaliza el plazo para entregar el voto por correo ante «las peculiares circunstancias que concurren en Melilla». La Junta Electoral Central sostiene que los votos depositados en buzones son inválidos y que «para evitar la confusión que se pueda provocar en las mesas electorales, esta Junta considera que a partir de este momento esos sobres de voto por correo sean entregados por el personal de Correos en la Junta Electoral de Zona de Melilla, a efectos de su custodia, teniendo en cuenta las investigaciones que se están realizando o las reclamaciones o recursos que puedan plantearse».
En el pasado, la Junta Electoral Central permitió devolver a sus remitentes los votos por correo enviados a través del servicio postal. Las fuentes consultadas por este diario explican que eran casos similares, aunque aislados. En esta ocasión, con tan poco tiempo de margen (las elecciones son el domingo y el voto por correo se cierra este mismo jueves), ha sido necesario actuar de manera distinta.
