La alcaldesa de Maracena creó la concejalía de Agenda 2030 para apartar a la edil secuestrada

De aspirante a la alcaldía al maletero de su coche. La concejal de Maracena secuestrada en febrero, Vanessa Romero, llegó a sonar para sustituir al regidor, el socialista Noel López, pero terminó cayendo en desgracia. Berta Linares relevó a su primo al frente del Consistorio y degradó a la edil, con la que mantenía «una pésima relación», según las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE. El autor material del secuestro explicó a los investigadores que la nueva alcaldesa, de quien era pareja sentimental, creó para Romero «la concejalía de subvenciones 2030 en la cuarta planta» y la mandó allí «para verla lo menos posible».

Romero, de 45 años y licenciada en Derecho, había desarrollado su carrera laboral en el ámbito de los recursos humanos. Entró en política en las elecciones de 2019, cuando ocupó el sexto puesto de la candidatura del PSOE que encabezó López. Tras los comicios le encomendó la concejalía de Urbanismo, que a la postre se convirtió en un regalo envenenado. Su influencia aumentó tanto que un año después asumió las competencias de Presidencia, Economía y Desarrollo Local.

Durante las constantes ausencias de López, que fue nombrado secretario de Organización del PSOE andaluz y consiguió un acta como parlamentario en las autonómicas del año pasado, Romero llegó a actuar como alcaldesa accidental. Los rumores en el partido y en el municipio, uno de los más importantes del área metropolitana de Granada, eran que sería su sustituta. Las cosas se torcieron cuando la edil se negó a firmar ciertos documentos.

Relevo en Maracena

López se mantuvo al frente del Ayuntamiento de Maracena hasta julio del año pasado. Entonces pasó el bastón de mando a Linares, que además de ir como número dos de su lista hace cuatro años es su prima. Romero desapareció del mapa tras el relevo. La nueva alcaldesa le retiró todas sus competencias. La degradó con una concejalía de nuevo cuño a la que denominaron Maracena 2030, una cartera para abordar los objetivos de la sostenibilidad.

«(Linares) creó la concejalía de subvenciones 2030 en la cuarta planta y la manda allí para verla lo menos posible», afirma el autor material del secuestro en su declaración. Según su testimonio la relación que mantenían la alcaldesa, entonces su pareja sentimental, y Romero era mala. «No se podían ni ver. Vanessa era una persona muy altiva y se creía el ombligo del mundo».

El acusado, que continúa en prisión provisional, afirma que su víctima estaba muy alejada de los proyectos del pueblo y que «ocultaba la agenda de los concejales a Berta». Subraya que antes de que Linares llegara a la alcaldía «llevaba dos años en guerra con Vanessa» y que habló con Noel para que le llamara la atención: «Vanessa hizo caso omiso».

La propia concejal secuestrada reconoce en su declaración que mantenía una relación tormentosa con la actual regidora de Maracena por «importantes enfrentamientos previos» y la existencia de algunos expedientes que afectaban negativamente a López durante su etapa como alcalde, cuando Linares era concejal de Urbanismo. El auto recoge que Romero explicó a los investigadores que guardaba los documentos en el maletero de su vehículo, el mismo en el que acabó aquella aciaga mañana de febrero.

Documentos irregulares

Romero acudió al colegio a dejar a sus dos hijos. Su agresor se le acercó para pedirle que le acercara a una gasolinera porque se había quedado tirado con el coche. Ella accedió y nada más arrancar sintió en su costado una pistola (simulada) que el acusado compró en Internet para llevar a cabo la operación. Le pidió que se dirigiera hacia el embalse de Cubillas y durante el trayecto le reprochó con insistencia que hablara cosas de la que entonces era su pareja.

La concejal secuestrada aseguró a los agentes que las motivaciones de su captor eran «las de Noel y Berta». Así lo avala el testimonio del único acusado, que reconoció que preparó el secuestro junto al número dos del PSOE andaluz, la alcaldesa y su concejal de Urbanismo, Antonio García Leiva en una taberna de Maracena.

Este último habría propuesto «contratar un par de ucranianos para que le den un susto». Sin embargo, López pidió al marido de su prima que lo hiciera él mismo porque, al estar diagnosticado con un trastorno bipolar, «no le va a pasar nada». Dicho y hecho. Pero las cosas no salieron como pensaban.

Los investigadores preguntaron al secuestrador si existía alguna razón que enturbiara la relación entre las partes, a lo que contestó afirmativamente. Según su versión, López había puesto a Romero a firmar ciertos documentos cuya validez estaba supeditada a su rúbrica, cosa que ella no hizo, «con lo que al ser sustituida en su cargo por Berta (al frente de Economía), finalmente acaban firmados por ella».

El titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Granada ha pedido al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que tome declaración a López, a la alcaldesa de Maracena y a su concejal de Urbanismo por el secuestro de Romero. La condición de aforado del número dos del PSOE regional condiciona la investigación, ya que debe ser el órgano autonómico el que determine si puede investigarle. Los tres dirigentes han rechazado que tengan relación alguna con los sucedido.