La Audiencia solicita un nuevo informe forense para decidir si Griñán obtiene el tercer grado
La Fiscalía pide que los médicos concluyan si el expresidente andaluz está en condiciones de entrar en la cárcel pese al cáncer que padece
Griñán llega a los juzgados de Sevilla para un nuevo informe forense. | Eduardo Briones (Europa Press)
El ingreso en prisión de José Antonio Griñán sigue en el aire. La Audiencia Provincial de Sevilla ha solicitado este miércoles al Instituto de Medicina Legal un nuevo informe a instancias de la Fiscalía para decidir si el expresidente andaluz debe entrar en la cárcel a pesar del cáncer que padece. En una providencia a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE insta a los forenses a concluir la situación del expresidente andaluz para estudiar la posibilidad de otorgarle el tercer grado.
El texto traslada su decisión a los profesionales sanitarios para estudiar la posible aplicación de los artículos 104.4 y 196.2 del Reglamento Penitenciario. El primero alude a las circunstancias especiales de los condenados y determina que, en el caso de los enfermos muy graves con padecimientos incurables, puedan ser clasificados de tercer grado por razones humanitarias y de dignidad personal. El segundo hace referencia a la libertad condicional de septuagenarios y enfermos terminales.
Los fiscales contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada de Sevilla han pedido al juez que el Instituto de Medicina Legal concluya si Griñán puede entrar en la cárcel en las circunstancias actuales. En un informe al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE sostienen que la documentación aportada el 24 de mayo solo alude al tratamiento farmacológico y ejercicios rehabilitadores que necesita el condenado, pero no se prescribe si es compatible con la ejecución de la pena.
La situación de Griñán
Su intención es que se especifique si el tratamiento de Griñán «es compatible con el ingreso en prisión a efectos de resolver sobre la suspensión de la ejecución (de la pena) a tenor del artículo 80.4 del Código Penal que fue solicitada por la representación del mismo». El precepto dispone que «los jueces y tribunales podrán otorgar la suspensión de cualquier pena impuesta sin sujeción a requisito alguno en el caso de que el penado esté aquejado de una enfermedad muy grave con padecimientos incurables».
El expresidente andaluz, de 76 años, fue condenado a seis años de prisión por prevaricación y malversación de caudales públicos en noviembre de 2019 por el caso ERE. Su ingreso en la cárcel permanece varado desde el 13 de enero. Los forenses lo desaconsejaron porque podría ser contraproducente. La Audiencia de Sevilla decidió esperar a que finalizara las sesiones de radioterapia y pidió a su abogado que informara cuando sucediera.
Lo hizo hace unas semanas. El tribunal, en una nueva providencia firmada el 2 de mayo, pidió a los forenses que valoraran si el tratamiento que le queda «es compatible con el ingreso en prisión». Los médicos remitieron un nuevo informe al tribunal el día 24 que apuntaba a que el estado de Griñán seguía siendo «muy grave» por el cáncer de próstata que padece. Le fue diagnosticado a principios de diciembre, por lo que solicitó demorar el cumplimiento de la pena.
En el nuevo documento los profesionales del Instituto de Medicina Legal no desaconsejan de forma explícita su ingreso en prisión, aunque reconocen que la evolución de la enfermedad continúa siendo incierta después del tratamiento de radioterapia al que se ha sometido entre febrero y marzo. Es el mismo argumento que la forense utilizó a principios de año para mostrar su disconformidad con el ingreso en prisión de Griñán.
Revisiones previstas
Las revisiones que el expresidente andaluz tiene previstas en junio y septiembre se antojan definitivas para conocer su situación y conocer las posibilidades que existen para que continúe el tratamiento en prisión. De hecho, el informe de los fiscales, fechado este miércoles, alude a ellas. «Teniendo en su caso en cuenta el resultado de la revisión médica del señor Griñán prevista para el próximo 6 de junio, se pronuncie sobre si la enfermedad que este padece puede calificarse de muy grave».
El expresidente andaluz es el único de los nueve condenados por el caso ERE que aún no ha ingresado en un centro penitenciario. Si finalmente lo hace, su caso no sería una excepción: solo en 2021 los reos protagonizaron casi 92.000 salidas a consultas médicas, unas 576 por oncología.
