El fundador de Legálitas, a Villarejo: «Yo también le envié un jamón al juez por Navidad»
En un nuevo audio, el comisario y Carrascosa hablan del supuesto envío de un jamón ibérico. El magistrado de la Audiencia Nacional lo rechazó y amenazó con detener al intermediario
Fue un paréntesis en una conversación en la que el fundador de Legálitas, Alfonso Carrascosa, advirtió a José Manuel Villarejo de que por un supuesto chivatazo en la Audiencia Nacional había sabido que el comisario jubilado estaba «a punto de caer». El policía retirado interrumpe para contar una «anécdota», según el audio de la conversación entre ambos del 26 de abril de 2016. Al hilo de lo que Villarejo estaba contando, según la grabación a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, el expresidente de Legálitas acabaría reconociendo que -exactamente igual que el supuesto protagonista de la historia que estaba contando el comisario- él también le habría enviado un jamón por Navidad al mismo juez de la Audiencia Nacional.
Se refieren al magistrado que instruía el caso Emperador contra la mafia china y con el que Villarejo afirma haber comido el día anterior. La historia terminaría en ambos casos acreditando no solo que el juez rechazó el regalo, sino que se indignó hasta el punto de cortar relaciones con uno de los presuntos intermediarios que le quisieron hacer llegar el obsequio. «El otro día comí con Fernando Andreu y me dice: ‘Macho, no te puedes ni imaginar la última. He tenido que cortar relaciones con Carlos. ¡Me ha mandado un jamón del Chino por Navidad!‘», señala Villarejo a Carrascosa.
La historia pega un giro de 180 grados. El presidente de Legálitas interviene: «He sido yo, ¿eh? ¿A ver si es el mío?». Villarejo niega la mayor. Insiste que en que la persona que habría intentado hacerle llegar un jamón al magistrado de la Audiencia Nacional sería uno de los procesados en una pieza separada del caso Emperador. En concreto, un colaborador policial identificado como ‘El Chino’ o ‘El Calvo Miguel’ que llegó a sentarse en el banquillo de los acusados junto a varios agentes de la Policía Nacional a los que se acusaba de haber recibido jamones como dádiva por parte de ese enlace de la Policía con la mafia china. Todos terminaron absueltos.
«Es que yo le he mandado un jamón al juez y se lo he mandado a través de Carlos, dejándoselo en el Piluca. A ver si se ha confundido y se cree que es del chino pero es mío…», insiste Carrascosa. «Le quería mandar un jamón, pero no se lo quería mandar a casa. Entonces me dijo Carlos: ‘Déjalo de mi cuenta, en Piluca y yo hago que se lo dé no se quién’», añade el fundador de Legálitas. Villarejo le pregunta si se está refiriendo a «Hilario», alguien que según la versión del comisario se dedicaría al sector de los seguros y sería «uña y carne» del magistrado.
Villarejo: «¿Cómo le manda un jamón?»
«También puede ser que haya dos jamones», acaban coincidiendo Villarejo y Carrascosa. El último llegaría a bromear con la posibilidad de que se estuviesen «blanqueando jamones» en la Audiencia Nacional. La conversación termina con Villarejo dejando claro que el juez rechazó el jamón y se indignó en grado máximo ante el supuesto envío del ‘Chino Miguel’.
«Le llama el Hilario y le dice: ‘Oye, que aquí tengo un jamón del Chino para ti’. Y le contestó el otro (el juez) y le dijo: ‘¿A que te detengo, gilipollas?‘ Y el otro, claro, se cabrea y me llama: ‘¡Es un cretino! El tío está imputado, ¿cómo coño me manda un jamón? Y además, por teléfono. ¡Que tengo quince tíos imputados por lo mismo!’», asevera Villarejo. Fuentes cercanas al Chino Miguel niegan que este último hubiese enviado ningún jamón a juez alguno y recuerdan que ya resultó absuelto por el tema de los jamones a los agentes de policía.
La anécdota de los jamones acabaría con el propio comisario jubilado dando lecciones de integridad a Carrascosa y recordando a su interlocutor que ese tipo de dádivas eran inviables en esos tiempos: «Hay que tener mucha sensibilidad. Esto ha cambiado que te cagas. ¡Ahora tener 2.000 euros es un delito! Entonces, claro, la gente tiene que evolucionar y ponerse al día». Carrascosa le da la razón y añade que esa es, precisamente, la razón por la que habría decidido no enviarle el jamón a su casa al magistrado y por lo que tampoco le llamó nunca para corroborar si le había llegado o no el presente.
Al final del juicio contra el ‘Chino Miguel’ y los policías acusados de recibir sus jamones, todos ellos absueltos, el abogado del primero presumiría en los instantes finales del procedimiento de haber dejado acreditada una cuestión durante el juicio: «La única persona de esta sala que ha recibido un jamón por Navidad como regalo de mi cliente, señorías, es este letrado que tienen delante».