Un juez que se casó en Las Vegas se lía con el inglés y pone en riesgo la entrega de un 'narco'
Un error podría obligar a la Audiencia Nacional a revocar de nuevo la extradición de un sicario reclamado por Suecia
Una confusión con el inglés, o un error de traducción, podría hacer que la Audiencia Nacional revoque por segunda vez en un mes la extradición de un presunto narcotraficante reclamado por Suecia. El juez de refuerzo de la Audiencia Nacional Joaquín Gadea ha autorizado de nuevo la entrega al país escandinavo de Amir Mekky, un sicario danés condenado recientemente por la Audiencia Provincial de Málaga a dos años de cárcel por su implicación en el asesinato a tiros en Marbella en el año 2018 del narcotraficante Carlos Ávila, conocido como el Maradona de la Costa del Sol.
En un auto, el magistrado asegura haber recibido autorización el pasado 22 de junio de las autoridades de Dinamarca para proceder a su entrega a Suecia, donde está reclamado por presuntos delitos de narcotráfico y se enfrenta a 10 años de cárcel. Sin embargo, en el documento original remitido por la Fiscalía danesa en inglés, al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, se dice algo distinto a lo que parece haber entendido el juez Gadea.
«La ulterior entrega debe estar sujeta a la condición de que la persona buscada sea devuelta a Dinamarca para cumplir cualquier pena privativa de libertad dictada contra él en Suecia. Pedimos amablemente esta garantía de devolución a las autoridades españolas competentes», indicaba el Ministerio Público de Dinamarca en su contestación de la pasada semana. Es decir, solicita información complementaria antes de autorizar la extradición de Mekky a Suecia. España todavía tendría que pedir al país escandinavo las garantías exigidas por la legislación europea en materia de extradiciones para asegurarse que su futura condena la cumplirá en Dinamarca, según fuentes jurídicas.
No obstante, el magistrado de la Audiencia Nacional señala lo contrario en el auto en el que acordó la extradición de Mekky a Suecia el pasado 22 de junio, el mismo día en que se produjo la contestación de la fiscalía danesa. Considera que de la respuesta de Dinamarca se ha «obtenido» la necesaria «autorización para la entrega a Suecia». «Condicionándose únicamente a que el reclamado cumpla la posible pena privativa de libertad que se le pudiera imponer en Suecia en Dinamarca al ser nacional de ese país», señalaba el magistrado.
¿Error de traducción del juez?
La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, que ya revocó el pasado 15 de junio otro auto del juez Gadea en el que se autorizaba la entrega de Mekky a Suecia, tendrá que resolver un nuevo entuerto respecto a esta extradición. El motivo por el que se tumbó hace dos semanas la entrega fue, precisamente, porque el magistrado no había recabado la autorización necesaria de Dinamarca. Se da la circunstancia de que, como adelantó este diario, el juez contrajo matrimonio en 2016 en Estados Unidos en una ceremonia oficiada en inglés. Concretamente en Las Vegas, en la capilla donde Elvis y Priscilla Presley se casaron medio siglo antes.
La defensa del narcotraficante, que fue detenido en Dubái y entregado a España en 2020 por Dinamarca para responder por el asesinato del Maradona, ha vuelto a recurrir este lunes en apelación ante la Sala de lo Penal. Pide que se revoque de nuevo la extradición «al no contarse con autorización del estado que inicialmente le entregó a España». Subraya que el magistrado ni siquiera habría esperado «al auxilio de una traducción que permitiese no cometer un error de la envergadura del cometido».
Según documentos del procedimiento, el auto del juez Gadea fue dictado antes de dar traslado de la respuesta de las autoridades danesas a la Fiscalía y a la defensa del presunto sicario. «Si se nos hubiese dado traslado al Ministerio Fiscal y a esta defensa, estamos seguros de que no nos encontraríamos, por segunda vez, ante el dictado de una resolución que, evidentemente, vulnera la legalidad y deberá ser revocada», señala el recurso de apelación sobre el cual deberá pronunciarse la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional.
El 21 de abril pasado, el Juzgado Central de Instrucción número 6 ordenó la detención de Mekky, integrante del conocido como ‘clan de los suecos‘, para su posterior entrega a Suecia. Fue enviado a prisión un día después. Acababa de ser condenado por la Audiencia Provincial de Málaga tras declararse cómplice del asesinato a tiros del Maradona frente a una Iglesia de Marbella donde el hijo de este último acababa de recibir la primera comunión. La Fiscalía Antidroga, que inicialmente solicitaba prisión permanente revisable contra él y otros siete acusados por aquel homicidio, llegó a un pacto con la defensa durante el juicio si se declaraba culpable. Aceptó dos años y diez meses de cárcel, periodo que ya había cumplido en prisión preventiva tras su extradición desde Dinamarca en 2020. Lo comido por lo servido.
Sicario del ‘clan de los suecos’
Nacido en Dinamarca, pero criado en Suecia, Mekky es considerado como uno de los integrantes del ‘clan de los suecos’. Un sanguinario grupo de sicarios que opera en la Costa del Sol y que, según la sentencia de la Audiencia Provincial de Málaga, fue contratado por un cártel latinoamericano para ajustar cuentas con dos presuntos cabecillas del narcotráfico en el sur de España: Carlos Dávila y Sofian Mohamed, alias Zocato. Después del asesinato de ambos, Mekky fue arrestado en Dubái en 2020. Tras su entrega a Dinamarca, fue extraditado a España para responder por ambos crímenes.
En la orden europea de detención por la que fue entregado, según acredita el auto de la Sala de lo Penal del pasado 15 de junio, se establecía que no podría ser extraditado a un tercer país. El acuerdo marco de la Unión Europea, como señala la Fiscalía danesa en su respuesta a la Audiencia Nacional, establece en su artículo 5.3 que para poder ser extraditado a un tercer país se debía recabar autorización de su país de origen, en este caso Dinamarca.
El juez Gadea creía tener luz verde la semana pasada. La defensa del sicario, que se encuentra en el centro penitenciario de Zuera (Zaragoza) y cuya prisión provisional sin fianza fue prorrogada hace unos días por un plazo adicional de un mes, dice lo contrario. La Sala de lo Penal tendrá la última palabra. El reloj de los plazos para la extradición y su permanencia en prisión sigue corriendo.