La Fiscalía de Barcelona archiva la investigación sobre la enfermera que criticó el C1 de catalán
Descarta que Salud prevaricara al expedientarla y enmarca las críticas en la libertad de expresión
Imagen del vídeo publicado en TikTok. | TikTok
La Fiscalía de Barcelona ha archivado la investigación abierta tras la denuncia de Impulso Ciudadano sobre los mensajes en Twitter, actualmente X, contra una enfermera del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona que criticó en TikTok la necesidad de acreditar el «puto C1» de catalán, según sus palabras, para obtener una plaza de enfermería.
En un comunicado este viernes, la Fiscalía ha explicado que la denuncia añadía que un medio de comunicación había abierto una encuesta sobre si la enfermera debía ser despedida, lo que Impulso Ciudadano denunció como una infracción de la ley catalana de igualdad de trato y no discriminación.
La denuncia también señalaba que el Institut Català de la Salut (ICS) no le había renovado el contrato y que la Conselleria de Salud le había abierto un expediente, lo que según los denunciantes suponía un presunto delito de prevaricación y discurso de odio. La investigación se abrió en julio y con las diligencias que ha practicado hasta ahora la Fiscalía considera que no están acreditados los delitos denunciados.
Cree que no está acreditada la supuesta prevaricación porque la decisión del hospital de abrirle un expediente disciplinario «no se considera objetivamente injusta» y añade que el contenido de la resolución se puede explicar con una argumentación razonable.
La Fiscalía añade que la mujer estaba en su puesto de trabajo cuando grabó el vídeo, vestida con el uniforme de trabajo y sin las medidas de seguridad requeridas para su trabajo, y también descarta que hubiera discriminación laboral o que se le haya impedido ejercer ningún derecho.
En cuanto al presunto delito de odio, la Fiscalía señala que los mensajes publicados en distantes redes sociales como reacción al vídeo «se enmarcan en el legítimo ejercicio de la libertad de expresión, pues no pasan de ser meras críticas al contenido del vídeo en alguno de los casos, y en los otros contienen expresiones ciertamente ofensivas, pero todo ello sin perjuicio de las acciones que pueda entablar la perjudicada destinataria».
