Aragonès acusa al CNI de espiarle mientras negociaba con el PSOE en 2020
El presidente de la Generalitat pide al Gobierno que levante el secreto de sus actuaciones
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha señalado este miércoles al CNI por haber espiado su móvil con el programa Pegasus, entre julio de 2018 y marzo de 2020, cuando ERC estaba enfrascada en negociaciones políticas relevantes, como la investidura de Pedro Sánchez o la mesa de diálogo.
Aragonès ha comparecido hoy ante el titular el juzgado de instrucción número 29 de Barcelona para ratificar la querella que presentó tras detectar que su móvil había sido espiado con el software Pegasus cuando era vicepresidente del Govern, conseller de Economía y máximo representante político de ERC.
Ante el juez, el presidente de la Generalitat ha detallado que las infecciones a su móvil ocurrieron mientras participaba en negociaciones vinculadas a varios momentos políticos relevantes, como la moción de censura que acabó con el Gobierno de Mariano Rajoy, la primera investidura de Pedro Sánchez, la aprobación de los presupuestos y la constitución de la mesa de diálogo entre el ejecutivo y ERC.
Después de testificar durante alrededor de una hora, Aragonès ha valorado en declaraciones a los periodistas que ha ratificado su querella «con el objetivo de que se sepa toda la verdad sobre el espionaje» y de que ningún ciudadano vuelva a ser espiado, según él, con motivo de su ideología.
Ha añadido que levantar el secreto de las actuaciones del CNI, como ha pedido el instructor, es imprescindible y «una obligación moral de todas las instituciones públicas involucradas», y en concreto lo ha calificado como una obligación ética y moral del Gobierno hacerlo.
Aragonès ha explicado al juez que detectó el espionaje en julio de 2020 a raíz del informe de Citizen Lab que lo alertó de que había «varios indicadores de compromiso» en su teléfono y que a causa de esto el Govern ha retirado todos los móviles de las reuniones del Consell Executiu, han indicado las citadas fuentes.
A raíz de este aviso, encargó un informe pericial que detectó infecciones desde 2018 hasta marzo de 2020 y que habían llegado a su móvil a través de mensajes SMS que él no detectó en el momento, cuando era vicepresidente de la Generalitat y conseller de Economía.
Negociaciones de presupuestos e investidura
Las infecciones que Aragonès ha denunciado coinciden con momentos de la política catalana en los que participó, como la formación del Govern que encabezó Quim Torra al levantarse el artículo 155 de la Constitución, las negociaciones de los presupuestos catalanes y para la investidura de Pedro Sánchez tras la moción de censura a Mariano Rajoy y la mesa de diálogo.
Además, fuentes presentes en la declaración han señalado que los últimos días de los que Aragonès tiene constancia de que fue espiado coinciden con el inicio del confinamiento por la pandemia de coronavirus, cuando la comunicación por teléfono se maximizó.
Por su condición de testigo, Aragonès estaba obligado a responder a las preguntas de todas las partes: el juez le ha interrogado sobre qué tipo de datos cree que pudieron verse afectados y en qué contexto político se produjeron, y el fiscal le ha preguntado si tiene constancia de que la información se haya filtrado.
La exdirectora del CNI, en enero
En cambio, no ha acudido ningún representante de la Abogacía del Estado, que pidió aplazar la declaración como investigada de la exdirectora del CNI Paz Esteban por motivos de agenda –se hará el 26 de enero– y no ha designado a ningún sustituto para presenciar la declaración de Aragonès.
Por su cargo, Esteban está sometida al secreto oficial y por tanto estará obligada a no contestar ninguna pregunta a menos que el secreto se levante antes, algo que el Consejo de Ministros puede hacer parcialmente, han indicado fuentes judiciales.