Los jueces suspenden a los nuevos vocales del CGPJ por su «extremo» perfil ideológico
El pacto entre PSOE y PP para sustituir a los 20 vocales del consejo trunca las expectativas de los profesionales
Esteban González Pons y Félix Bolaños, rodeados de varios de los nuevos vocales. | Ilustración de Alejandra Svriz
Golpe de realidad. Las expectativas de los jueces para despolitizar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) se vieron truncadas este martes, tras el pacto entre PSOE y PP para sustituir a los 20 vocales que lo conforman después de un bloqueo que se ha alargado durante 2.030 días. Los profesionales consultados por THE OBJECTIVE destacan la capacidad de los elegidos, pero suspenden su «extremo» perfil ideológico. «Para este viaje de cinco años y medio no eran necesarias tantas alforjas», lamenta un destacado magistrado. Sin embargo, hay voces, las menos, que defienden la elección por tratarse de «perfiles transversales» que no se alinearán fácilmente con el sector que les ha propuesto.
Los 12 nuevos vocales de procedencia judicial (el Congreso elegirá seis y el Senado otros tantos) estaban incluidos en la lista de 50 candidatos que la Junta Electoral Central aprobó en 2018. El mandato del CGPJ vencía el 4 de diciembre. PSOE y PP negociaron su renovación e hicieron público el acuerdo el 12 de noviembre. Siete días más tarde, todo saltó por los aires, tras filtrarse un mensaje en el que el portavoz de los populares en la Cámara Alta, Ignacio Cosidó, reflejaba la politización del pacto al desvelar que su formación controlaría la Sala de lo Penal «por la puerta de atrás».
PSOE y PP pactaron este martes en Bruselas la renovación del CGPJ con un reparto «equilibrado» de vocales, tras un culebrón que ha durado meses. La hoja de ruta pasa por remozar de manera inmediata el órgano de gobierno de los jueces y presentar a continuación una proposición de ley orgánica que «reforzará la independencia del Poder Judicial», tal y como recomiendan la Comisión Europea. Los cambios sustantivos, por tanto, no se verán hasta el próximo mandato. Ahora, las formaciones se han limitado a vanagloriarse por introducir 10 vocales cada uno.
La renovación del CGPJ
«Se ha elegido a profesionales muy buenos, pero son perfiles muy ideológicos», sostienen los jueces consultados por este diario. Lamentan que se trate de «otra oportunidad perdida» y que los políticos vuelvan a imponer los nombres cuando la elección es competencia de las Cortes, según el artículo 122 de la Constitución y el 568 de Ley Orgánica del Poder Judicial. Un destacado magistrado afirma que PSOE y PP han vuelto a convertir el CGPJ en «una trinchera». Además, critica que ese supuesto equilibrio que celebran va a terminar dificultando los acuerdos.
Los jueces consultados inciden en «la descompensación» que existe en el CGPJ. De los 12 vocales de procedencia judicial, ocho pertenecen a asociaciones judiciales. Cinco a la mayoritaria Asociación Profesional de la Magistratura (APM), que cuenta con 1.413 afiliados, y tres a Juezas y Jueces para la Democracia (JJpD), con 434 socios. En cambio, la Asociación Judicial Francisco de Vitoria (con 885 afiliados) y el Foro Judicial Independiente (con 338) no han conseguido incluir un solo nombre entre los vocales de procedencia judicial del nuevo Consejo.
Solo cuatro de los nuevos vocales de procedencia judicial del CGPJ carecen de filiación, pese a que el 50% de la carrera judicial no esté asociada. Esto es, la mitad de los 5.416 profesionales que existen en España, según los datos recogidos por el Servicio de Estadística del órgano de gobierno de los jueces. De acuerdo a este reparto, la progresista JJpD representa el 15% del nuevo Consejo cuando solo supone el 8% de la carrera. «Está sobrerrepresentado», lamentan varios jueces.
Las fuentes consultadas coinciden en que los nuevos vocales del CGPJ son jueces muy ideológicos. Entre otros, destacan a Ángel Arozamena, magistrado la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Supremo desde 2015. En los años ochenta fue asesor del gabinete de la Presidencia del Gobierno con Felipe González y, años más tarde, ya con José Luis Rodríguez Zapatero, director general de Relaciones con la Administración de Justicia.
Vinculación política
Otros nombres cercanos a los socialistas son Esther Erice y José María Fernández Seijo, ambos miembros de JJpD. Los jueces también recalcan el perfil «claramente izquierdista» de Lucía Áviles, fundadora de Asociación de Mujeres Juezas de España (AJME). De esta experta en violencia de género subrayan que ha sido muy crítica con sus colegas hombres, «a los que ha llamado machistas en más de una ocasión». Otro nombre con gran vinculación política es Carlos Hugo Preciado, muy cercano a Podemos.
Los perfiles de marcado signo progresista también destacan entre los ocho juristas de reconocido prestigio elegidos para completar el nuevo CGPJ. En la lista aparece Argelina Queralt, profesora de Derecho Constitucional de la Universidad de Barcelona y letrada en el Tribunal Constitucional. Es hija del actual senador de ERC Josep Joan Queralt, el jurista que redactó en secreto con el Gobierno la reforma de la malversación y la derogación de la sedición. Partidarios y detractores resaltan sus cualidades, pero reconocen su cercanía al PSC.
Otra de las elegidas, Inés Herreros, fue hasta octubre del año pasado la presidenta de la Unión Progresista de Fiscales (UPF). Hace solo unos meses, juró cargo como adjunta de la Fiscalía de Sala del Supremo en materia de Derechos Humanos y Memoria Democrática. Esto supone que era la número dos de Dolores Delgado, a la que es muy cercana. Las fuentes consultadas explican que también es amiga íntima de María Victoria Rosell, la magistrada que consiguió acta de diputada por Las Palmas con Podemos en tres legislaturas. En la última fue nombrada delegada del Gobierno contra la Violencia de Género con Irene Montero.
El perfil ideológico también alcanza al resto de vocales elegidos para componer el nuevo CGPJ, aunque en este caso por el sector conservador. Todas las miradas se dirigen en este caso a Alejandro Abascal, juez de refuerzo de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional. Avalado por la mayoritaria APM, tiene su plaza en el Juzgado de Instrucción número 4 de Fuenlabrada. «Es un delfín del PP que ha escalado puestos desde el principio. En la Escuela Judicial ya la le decían que sería vocal del Consejo», revela un antiguo compañero.
La pareja de Llarena
«Ha tenido que medrar para llegar hasta ahí. Para el PP era importante que estuviera en el nuevo CGPJ», indica un magistrado con décadas de experiencia que lo conoce muy bien. Entre la cuota conservadora incluyen a Gema Espinosa, de la APM y pareja del juez Pablo Llarena, instructor del procés en el Supremo. «A pesar de su adscripción, se puede dialogar y llegar a encuentros con ella», insisten varios profesionales cercanos.
Entre los seleccionados se encuentra José Luis Costa Pillado, miembro del Consejo Consultivo desde 2008 a propuesta de los populares y presidente del organismo desde hace una década. Otros nombres del sector conservador son José Carlos Orga, José Antonio Montero y Esther Rojo, todos ellos de la mayoritaria APM. El más destacado es José María Páez, decano de Málaga desde 2009, cargo para el que ha sido elegido en cuatro ocasiones. Hace unos días instaba a renovar el CGPJ, del que ahora formará parte. «Es una persona que puede llegar a acuerdos con quien haga falta, no se debe etiquetar», afirman varias fuentes consultadas.
Estas aseguran que, aunque hay vocales «muy militantes» también existen perfiles «transversales» que no se van a alinear con facilidad con una u otra postura. E insisten: «Queralt no es ninguna sectaria, ha sido muchas veces crítica con el PSOE. Lo mismo que Inés Herrero, que es una fiscal brillante». Entre los juristas de reconocido prestigio que formarán parte del nuevo CGPJ también se encuentran Bernardo Fernández, que ocupó varias consejerías en Asturias con el PSOE en los ochenta, o Isabel Revuelta, a quien el popular Federico Trillo designó secretaria general técnica en el Ministerio de Defensa.
