Condenada a ocho años de cárcel la mujer que descuartizó a un varón en Cortegada (Orense)
La asesina asfixió a la víctima, después quemó el cuerpo con gasolina y termino fragmentándolo con una pala
La Audiencia Provincial de Orense ha emitido una sentencia de ocho años de prisión para una mujer responsable de la muerte de un hombre en agosto de 2021 en una aldea de Cortegada. La condenada había conocido a la víctima a través de internet. El tribunal ha considerado que la mujer es autora de un delito de asesinato, aunque ha reconocido la eximente incompleta de anomalía psíquica y dos circunstancias atenuantes: la confesión del crimen y la reparación del daño, al haber abonado parte de la indemnización a la familia del fallecido.
El juez ha establecido que la acusada y la víctima, que residía en Cataluña, se pusieron en contacto por una red social y decidieron encontrarse personalmente. Tras la llegada del hombre a Vigo, fue recogido por la acusada y llevado a su casa en Cortegada. Durante los tres días que convivieron, y tras varias discusiones, la mujer administró al hombre una combinación de hipnóticos y antidepresivos que lo dejaron inconsciente.
En un acto premeditado, la acusada utilizó un almohadón para asfixiar a la víctima, aprovechando su estado de inconsciencia. El hombre falleció por asfixia. Posteriormente, en un intento de ocultar el crimen, trasladó el cuerpo al jardín de su vivienda, donde realizó varias hogueras. Durante este proceso, aceleró la calcinación del cadáver utilizando gasolina y lo fragmentó con una pala.
El fallo judicial también destaca que la acusada padece varios trastornos psicológicos, incluyendo ansiedad generalizada, obsesivo compulsivo y de personalidad, lo que ha llevado a considerar una limitación moderada de la voluntad en relación con el asesinato. Sin embargo, se subraya que no existe alteración en su capacidad para entender la ilicitud de los hechos.
La sentencia no es definitiva, ya que se puede presentar un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Galicia. Este caso ha resaltado no solo la gravedad del crimen, sino también las complejidades asociadas a los trastornos mentales y su impacto en la percepción y responsabilidad de los actos delictivos.