García Ortiz tentó con un ascenso a la fiscal imputada por el caso del novio de Ayuso
Las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE explican que la idea pasaba por buscar sitio a Rodríguez en el Supremo
Álvaro García Ortiz y la fiscal jefe de Madrid, Pilar Rodríguez. | Ilustración de Alejandra Svriz
Un tuit de Isabel Díaz Ayuso desencadenó una ola de solidaridad con la fiscal jefe de Madrid, Pilar Rodríguez. La presidenta regional le acusó de haber desempeñado un alto cargo en el Ministerio de Justicia con José Luis Rodríguez Zapatero después de que saltara a los medios el presunto fraude tributario de su pareja, Alberto González Amador. El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, le contactó para interesarse por ella y, un día más tarde, su mano derecha le sugirió que estaban pensando en promocionarla. Fuentes de la carrera fiscal explican a THE OBJECTIVE que la idea era buscarle sitio en el Tribunal Supremo.
«Tú cuídate mucho, que ya te digo que te vamos a necesitar a tope», le escribe el 12 de marzo a través de WhatsApp Diego Villafañe, teniente fiscal de la Secretaría Técnica de la Fiscalía General del Estado. «Ayyy… en qué estaréis pensando», le contesta Rodríguez. El número dos de García Ortiz insiste: «Todo bueno».
El informe de Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil destaca la «subordinación que existe» en esa conversación, que deja entrever que la Fiscalía General del Estado «tendría algún plan profesional para la fiscal jefe provincial». Las fuentes consultadas explican que García Ortiz pensaba en Rodríguez para ocupar el puesto que iba a dejar Joaquín Sánchez-Covisa en el Supremo.
El tuit de Ayuso
El fiscal jefe de la Sala de lo Penal se jubiló en julio, tras cumplir el límite legal de los 72 años. «La idea era sustituir un fiscal por otro con una sensibilidad parecida (ambos son miembros de la Unión Progresista de Fiscales)», explican voces autorizadas del Ministerio Público. Sin embargo, la oferta nunca se concretó. Sánchez-Covisa llegó al Supremo en 1999 y en febrero negó indicios de terrorismo en Tsunami Democratic. Su disputa con el otro fiscal jefe de Sala hizo que la decisión recayera por primera vez en la teniente fiscal del Alto Tribunal.
Rodríguez tomó posesión como fiscal jefe de Madrid el 22 de octubre de 2018, meses después de la llegada de Pedro Sánchez a Moncloa. Su padrino fue el fiscal y exministro de Justicia socialista Mariano Fernández Bermejo.
Bermejo y Rodríguez se conocían porque, entre 2004 y 2009, esta última fue asesora en la Dirección General de Relaciones con la Administración de Justicia y directora general de Modernización. García Ortiz propuso al Gobierno su renovación para el cargo una semana antes de que se produjese la filtración de los datos del novio de Ayuso, pero su presunta implicación en el caso le habría alejado del deseado ascenso.
El nombramiento se publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el 19 de marzo, 11 días después de que Rodríguez enviara a Villafañe la denuncia contra el novio de Ayuso, según subraya el informe de la UCO. El 12 de marzo, eldiario.es reveló la información tres horas antes de que la recibiera el propio González Amador. Un día después fue El Mundo quien publicó que la Fiscalía le había ofrecido un pacto.
García Ortiz solicitó entonces todos los correos entre el abogado de la pareja de la presidenta madrileña y el fiscal que lo investiga. La Fiscalía General del Estado emitió el 14 de marzo un comunicado que desvelaba los detalles sobre el acuerdo alcanzado entre la Fiscalía y González Amador, imputado por fraude fiscal y falsedad documental. Está citado a declarar el próximo viernes a las 10.00 horas en el Juzgado de Instrucción número 19 de Madrid.
La nota fue avalada por Rodríguez. El informe realizado por la UCO tras intervenir sus dispositivos electrónicos sostiene que García Ortiz tuvo una «participación preeminente» en la filtración de los datos reservados del novio de Ayuso, extremo que rechazó el fiscal general. Eso hizo que se negara a dimitir a pesar de que lo solicitaran dos de las tres asociaciones profesionales. La Fiscalía acusa a la Guardia Civil de realizar «inferencias» que corresponden al juez y no a los efectivos policiales.
Pacto de conformidad
El Supremo investiga a García Ortiz y a Rodríguez desde mediados de octubre por un presunto delito de revelación de secretos. González Amador les denunció tras trascender un comunicado en el que la Fiscalía explicaba que fue su defensa la que propuso un pacto de conformidad, en contra de lo que publicó El Mundo.
El empresario admitía en el email ser autor confeso de dos delitos fiscales y otro de falsedad documental. Una versión que publicó eldiario.es el 12 de marzo: «La pareja de Ayuso defraudó 350.951 euros a Hacienda con una trama de facturas falsas y empresas pantalla». La respuesta de la presidenta madrileña no se hizo esperar: «La Fiscalía Provincial de Madrid está presidida por una señora que fue directora general en el Ministerio de Justicia con Zapatero» escribió en su cuenta de X.
Varias personas de la carrera fiscal se solidarizaron con Rodríguez. Entre ellas, el propio García Ortiz. Su lugarteniente, Diego Villafañe, le envió un whatsapp el 13 de marzo a las 10.06 horas para darle ánimos. En el mensaje tildó de «infamias» las palabras de Ayuso mientras que le recordaba su apoyo: «Ya me dijo Álvaro que habló contigo (…). Lo que necesites, aquí estamos». La fiscal investigada por el Supremo responde que «mejor no alimentar a la bestia» y que le daba igual «lo que digan».
Entonces Villafañe vuelve a animarla pidiéndole que se cuide «que ya te digo que te vamos a necesitar a tope». «Ayyy… en qué estaréis pensando», le contesta Rodríguez. El número dos de García Ortiz insiste: «Todo bueno». Los investigadores de la UCO destaca la «subordinación que existe» en esa conversación, en la que, en su opinión, se sugiere que la Fiscalía General del Estado «tendría algún plan profesional para la fiscal jefe provincial».
