El juez que investiga a García Ortiz cita como testigo a la fiscal superior de Madrid
El magistrado también llama a declarar al fiscal de delitos económicos que denunció por fraude al novio de Ayuso
La causa contra Álvaro García Ortiz toma impulso. El magistrado del Tribunal Supremo que investiga al fiscal general del Estado por un delito de revelación de secretos ha citado como testigos el próximo 16 de enero a la fiscal superior de Madrid, Almudena Lastra, y al fiscal de delitos económicos, Julián Salto, que denunció por fraude al novio de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. En el mismo auto, notificado este jueves, el juez Ángel Hurtado también cita como testigos el día 21 a los responsables de comunicación de la Fiscalía en la Comunidad de Madrid y de la Fiscalía General del Estado.
El auto al que ha accedido THE OBJECTIVE supone el segundo movimiento del juez que investiga a García Ortiz esta semana, marcada por las fiestas navideñas. El pasado lunes, Hurtado ordenó a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que investigara el teléfono móvil del fiscal general. El análisis del dispositivo realizado por los agentes tras el registro de su despacho reveló que no existían mensajes en su terminal entre el 8 y el 14 de marzo, los días en los que se habría producido la filtración de los datos privados del novio de Ayuso.
En la Fiscalía sostienen que los datos se eliminan de forma periódica: se hace un borrado cíclico del contenido de los dispositivos por razones de seguridad. El magistrado ha pedido a la Guardia Civil que identifique los terminales incautados durante el registro del despacho de García Ortiz, que facilite los «números de teléfono e IMSI/IMEI asociados de las tarjetas» y la titularidad asociada a dichos números. Una asociación de fiscales personada en la causa también pidió nuevas diligencias al considerar que algunos miembros del Ministerio Público habrían cambiado de terminal para dificultar la investigación.
El teléfono de García Ortiz
Las nuevas citaciones buscan dilucidar de dónde partió la filtración de los datos del novio de Ayuso. El Ministerio Público trató de contrarrestar una información errónea publicada en prensa que aseguraba que la Fiscalía habría ofrecido un pacto a Alberto González Amador. En realidad, fue su abogado quien trató de llegar a un acuerdo de conformidad para evitar el juicio. El informe de la UCO reveló un cruce de conversaciones para obtener los detalles de las pesquisas que seguía Salto, al que el Supremo llama a declarar en calidad de testigo.
Lastra, que se negó a publicar datos del novio de Ayuso, ya declaró en junio, aunque en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), que envió el caso al Supremo al apreciar indicios sobre García Ortiz, aforado. La fiscal superior de Madrid explicó al juez que la orden de elaborar la nota de prensa partió del fiscal general, aunque no se le interrogó por la filtración del correo electrónico del abogado de González Amador. Entonces, Lastra ya se ofreció a entregar su teléfono móvil para arrojar luz al caso.
El informe de la Guardia Civil tras el volcado del móvil de García Ortiz demuestra que se borraron mensajes, ya que el análisis de otros terminales incautados constata que existieron conversaciones con diferentes subordinados, entre ellos Pilar Rodríguez, fiscal jefe de Madrid. Ella y García Ortiz están siendo investigados por el Supremo por la filtración de datos privados del novio de la presidenta madrileña.
Un fiscal ya denunció que vio a García Ortiz «revisando» su teléfono el pasado 30 de octubre, mientras los agentes registraban la sede del Ministerio Público. La UCO detectó las conversaciones entre el fiscal general y Rodríguez en el volcado de los dispositivos de esta última. El informe incluye el mensaje que la fiscal jefe de Madrid envió a las 10.22 horas del 8 de marzo a García Ortiz tras hablar con la Secretaría Técnica de la Fiscalía General del Estado para enviar bien el expediente referido al novio de Ayuso. «Hola, jefe. A tu disposición», respondió Rodríguez a García Ortiz.
Filtración a la prensa
A las 13.28 horas del 12 de marzo, el fiscal general reenvió a Rodríguez un tuit de Ayuso que decía: «La Fiscalía Provincial de Madrid la preside una señora que fue directora general en el Ministerio de Justicia con Zapatero». Un día más tarde, por la noche, García Ortiz envía un nuevo mensaje a Rodríguez en el que le pide que le llame «cuando puedas». Al no recibir respuesta, y solo tres minutos después, le llama sin éxito.
A las 21.54 del mismo día, Rodríguez se dirigió a García Ortiz para preguntarle a qué correo le mandaba los «correos cruzados de Julián y el abogado». El fiscal general le respondió con su cuenta personal. «Gracias», añadió él en otro whatsapp. A las 23.01 el fiscal vuelve a ponerse en contacto con la fiscal jefe de Madrid para comentarle que le faltaba un email. Y minutos más tarde, le solicita la fecha en la que se presentó la denuncia en el decanato.
A las 23.30, Rodríguez recibió dos nuevos mensajes del fiscal general. El segundo «sería un extracto de la noticia de prensa publicada por El Mundo» por resultar «clarificadora», según la UCO. Un cuarto de hora después, García Ortiz insiste a su subordinada que le hiciera llegar el correo electrónico cuando lo tuviera. Al filo de la media noche le vuelve escribir preguntándole por la posibilidad de imputar un delito de falsedad al novio de Ayuso.
En la madrugada del 14 de marzo, la UCO recogió otra serie de mensajes de WhatsApp sobre la nota de prensa que la Fiscalía acabó difundiendo a las 10.20 horas dando cuenta del cruce de emails entre la defensa del novio de Ayuso y el fiscal que lo investigaba. «Échale un vistazo y dime si está bien (no las fechas, que lo están), sino el fondo», le dijo a Rodríguez a las 00.14.
Tras consultar con otra fiscal, Rodríguez le trasladó que ambas pensaban que la nota de prensa estaba «perfecta». «Ok, gracias», reaccionó García Ortiz a las 00.24. «Dale las gracias a Virna (otra fiscal) y a Julián (encargado de la investigación) y sobre todo a ti», remató el fiscal general. A pesar de estas evidencias, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha obviado el borrado de mensajes y ha exigido disculpas para García Ortiz.