Un testigo destapa el fraude del voto por correo del 26-M: «El PSOE me ofreció trabajo»
Un joven de Albaida del Aljarafe (Sevilla) ha declarado ante la Guardia Civil que un tercero votó por él

Sobre electoral. | Efe
Un joven de Albaida del Aljarafe (Sevilla) declaró ante la Guardia Civil que le ofrecieron un contrato a cambio de firmar su voto por correo a favor del PSOE en las elecciones municipales del 26 de mayo de 2019. Según su testimonio, ni siquiera fue necesario que acudiera a una oficina de Correos: entregó su DNI y firmó unos documentos. Nada más. THE OBJECTIVE ha accedido en exclusiva al atestado elaborado por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil, adscrita a la Audiencia Provincial de Sevilla. En él, se recogen las declaraciones íntegras de este testigo, quien apunta directamente a un cargo del Ayuntamiento: B.D.A., entonces encargado general del consistorio y marido de la teniente de alcalde.
«Me ofreció un puesto de trabajo en el Ayuntamiento por tiempo de un mes, a cambio de firmar el impreso de voto por correo a favor del PSOE», declaró sin titubeos. Afirmó que nunca ejerció personalmente su derecho al voto: lo hizo un tercero por él, con su autorización y documentos.
Su derecho a voto lo ejerció un tercero
Este periódico ha tenido acceso al atestado en el que se recoge la declaración íntegra del testigo. En el informe, los agentes resumen su testimonio: «Expone que no votó personalmente en ningún momento. Manifiesta que B.D.A. le ofreció un puesto de trabajo en el Ayuntamiento por tiempo de un mes, a cambio de firmar el impreso de voto por correo a favor del PSOE». Añade que «entregó toda la documentación firmada, junto con su DNI original, a B.D.A., quien se lo devolvió dos días después». No acudió a Correos en ningún momento.
La promesa laboral no se materializó. En un primer momento, según explicó a los investigadores, le dijeron que debía esperar a que se liberara un puesto. Finalmente, encontró trabajo por su cuenta. Nunca fue contratado por el Ayuntamiento. Los investigadores preguntaron si tramitó personalmente su solicitud de voto postal. El testigo respondió que no: «Toda la documentación se la dio a B.D.A. en mano, junto con su DNI. Él gestionó todo. Yo no fui a Correos ni voté personalmente».

El imputado en la causa y, por tanto, no obligado a decir la verdad, B.D.A., negó en declaraciones ante los agentes haber realizado tal ofrecimiento. Afirmó que jamás habló con el testigo de cuestiones políticas, que no gestionó ninguna documentación electoral y que no tiene autoridad para ofrecer empleos municipales, ya que su cargo era el de oficial de primera en Jardinería.
Sin embargo, su nombre aparece con frecuencia en la denuncia presentada por Izquierda Unida, origen de la investigación, en la que se describe una presunta red organizada dentro del PSOE local para captar votos a cambio de contratos públicos. La denuncia señala que cargos y militantes socialistas habrían operado con un reparto claro de funciones, desde la captación de votantes hasta la gestión de papeletas y su envío.
Según la denuncia, la concejal socialista A.C.L. seleccionaba a posibles beneficiarios de empleos públicos, susceptibles de ceder su voto. El marido de la teniente de alcalde, B.D.A., realizaba llamadas para exigir el voto a cambio de contratos, y un empleado de Correos, A.G.D., era quien transportaba físicamente las solicitudes y los votos para evitar que los votantes tuvieran que presentarse. En total, más de un centenar de personas habrían entregado sus documentos de identidad para que terceros tramitaran el voto en su nombre. En muchos casos, las firmas fueron presuntamente falsificadas.
Por tanto, fuentes de la investigación consultada por este periódico subraya que, aunque B.D.A. no tuviera capacidad legal para ofrecer un empleo, formaba parte de una estructura que sí podía hacerlo. Esa estructura, señalan, tenía acceso a contratos públicos y control sobre el proceso electoral a nivel local.
Irregularidades en Correos
La Guardia Civil ha detectado importantes irregularidades en la tramitación del voto por correo en Albaida del Aljarafe. La Ley Orgánica del Régimen Electoral General (Loreg) exige que el voto postal se solicite de forma presencial ante un empleado de Correos, con verificación del DNI original. No se permiten intermediarios, salvo con poderes notariales.
En este caso se identifican múltiples situaciones en las que se incumplieron estos requisitos: personas que no acudieron a Correos, pero cuyo voto fue tramitado; documentos entregados en mano a terceros; y papeletas enviadas sin que el titular participara directamente en el proceso.

Pero, lejos de tratarse de un caso aislado en un pequeño municipio andaluz, los investigadores apuntan a «un patrón sistemático de actuación que podría haberse repetido en otros puntos de la geografía española», según fuentes consultadas por este periódico. Almería, Murcia, Tenerife, Melilla y Ciudad Real son algunos de los territorios donde también se han abierto diligencias por hechos similares.
Fuentes próximas a la investigación apuntan a que lo sucedido con la compra de votos en los últimos procesos electorales responde a un modus operandi organizado y extendido, supuestamente orquestado desde el aparato local de distintos núcleos del PSOE para adulterar el voto por correo mediante suplantación de identidad, coacción y compra de votos. En todos los casos se repiten elementos comunes: la utilización de trabajadores públicos o personas vinculadas al partido para captar votantes vulnerables, la promesa de favores laborales a cambio del sufragio y la manipulación de los trámites en las oficinas de Correos.