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Nueve detenidos por la presunta trama de fraude electoral del voto por correo en Melilla

Entre la noche del pasado lunes y este martes, los agentes han detenido nueve personas, todas ellas implicadas en la captación de votantes en barrios marginales

Nueve detenidos por la presunta trama de fraude electoral del voto por correo en Melilla

Agentes de Policía Nacional. | EP

La Policía Nacional ha detenido a nueve personas por su presunta participación en la red mafiosa de la compra de los votos por correo en Melilla. Las fuerzas de seguridad han iniciado una operación a primera hora de la mañana, que continuara a lo largo del día. Hasta ahora, se han realizado registros en diez puntos distintos de la ciudad autónoma, informan fuentes de la Delegación del Gobierno. 

En la noche del pasado lunes, los agentes detuvieron a tres personas de origen marroquí, entre los cuales no había ningún político o expolítico, indican fuentes policiales a THE OBJECTIVE. Este martes, según las mismas fuentes, se ha detenido a otros seis individuos, todos ellos implicados en la captación de votantes en barrios marginales. Los agentes continúan, tal y como estaba previsto, con inspecciones en distintas viviendas y locales de distintos barrios melillenses con el objetivo de localizar votos por correo.

En paralelo, las pesquisas también se centran en averiguar si la trama intentó sobornar a funcionarios de Correos en Barcelona para que también emitieran votos de manera fraudulenta. De hecho, según ha podido saber este periódico, se ha procedido a la detención de un sospechoso en la ciudad condal. El detenido habría seguido el mismo modus operandi para las elecciones del 28-M.

La red

La presunta red mafiosa de fraude electoral en Melilla que investiga la Policía Nacional no solo pagaba dinero a ciudadanos a cambio de conseguir votos por correo. La cúpula de la trama también prometía empleos públicos e incluso viviendas de protección oficial (VPO) a quienes aceptaban hacer el trabajo sucio, el de intermediarios entre el partido beneficiado y los electores. Estos últimos eran los encargados de convencer a los melillenses para ceder su voto, pagarles y posteriormente depositarlo en las oficinas de Correos. En ocasiones, incluso les acompañaban a enviarlo. 

El Juzgado de Instrucción número 2 de Melilla lleva varios días investigando la compra de 11.000 votos por correo para las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo. Una cifra que supone el 20% de un censo total de 55.000 electores. Un tercio de la Asamblea de Melilla, lo que supone que siete u ocho concejales dependerían de esos votos.  

La Junta Electoral Central dio orden el pasado jueves de que, para votar a distancia en los próximos comicios en Melilla, fuese necesario identificarse con el DNI a la hora de entregar el voto en la propia ciudad autónoma o en otra española. Dicha obligación no se contemplaba en el último paso de este sistema de votación. Un vacío del que se habría aprovechado la red criminal, depositando al mismo tiempo hasta 200 votos por correo en las oficinas postales en nombre de otras tantas personas, según las fuentes consultadas por este periódico. Según datos del Ministerio del Interior, hasta este lunes Correos había validado el 11% de las 11.707 solicitudes de voto por correo en la ciudad autónoma.

La red

La red de captación de votos, formada por al menos una treintena de sospechosos, estaba perfectamente organizaba y jerarquizada. El objetivo era siempre convencer a estratos de la sociedad más marginales, aquellos que no tuviesen empleo, drogodependientes… La banda actuaba sobre todo en los barrios melillenses de La Cañada, Reina Regente (más conocido como barrio cuerno) y Las Palmeras. 

La mafia cuenta con dos escalafones. Por uno lado «los reclutadores», vecinos de los propios barrios que tienen el papel de hacer un primer barrido entre los posibles candidatos. Una vez identificados, estos últimos avisaban a los «intermediarios», que se encargaban del tráfico de votos. Recogían las papeletas, pagaban entre 100 y 150 euros al ciudadano (dependiendo de lo acordado) y los depositaban en las oficinas del servicio postal. 

Empleos y casas VPO

«A mi hija le han ofrecido 140 euros por su voto», reconoce una melillense a este diario. La mujer admite que la situación no es nueva; sucede en cada proceso electoral. «Es una práctica generalizada en los partidos, especialmente en PP y Coalición por Melilla». Una vecina relató hace unos días que, en las pasadas elecciones, la formación localista le prometió un trabajo si les votaba y que, cuando fue a reclamarlo, «le cerraron la puerta en la cara».

Todas las órdenes las da la cúpula de la red, integrada supuestamente por personas vinculadas a la política regional. Para ganarse a sus miembros, según fuentes policiales, se comprometían a cumplir sus deseos. Entre ellos, la posibilidad de garantizarles un puesto de trabajo público en la ciudad autónoma si el partido en cuestión ganaba los comicios, o incluso facilitarles una vivienda de protección oficial (VPO). Promesas que, sin embargo, no siempre se podían cumplir.

¿Qué partido ha comprado los votos? 

La incógnita principal gira en torno a qué formación ha comprado los votos. Los dos principales partidos de la Asamblea, PP y Coalición por Melilla, se han acusado mutuamente de estar detrás de las presuntas irregularidades. «No lo hace nadie y lo hacen todos. Que 8.000 de los 11.000 votos por correo los hayan solicitado musulmanes es significativo», afirma un residente en la ciudad autónoma de ascendencia marroquí.

La sospecha se cierne fundamentalmente sobre Coalición por Melilla, que niega rotundamente cualquier implicación. Los antecedentes juegan en su contra. El líder de la formación, Mustafa Aberchán, fue condenado en 2018 a dos años de cárcel e inhabilitación por comprar votos para las elecciones al Senado de 2008, donde su formación concurría conjuntamente con el PSOE. De hecho, el entonces secretario general de los socialistas, Dionisio Muñoz Pérez, también fue condenado.

El Tribunal Supremo confirmó la pena en febrero de 2021, lo que ha impedido que Aberchán sea el candidato de su partido en las elecciones del próximo 28 de mayo. «Aquí lo hacen todos. Hace unos años una señora llegó a Correos para entregar 200 votos del PP y no pasó nada», revela un melillense. 

Otro residente en la ciudad autónoma explica que existe un vídeo en el que se puede ver como el hijo del líder del PP, Juan José Imbroda, y un asesor jurídico urden un plan para asegurarse al menos 300 votos por correo en las generales de abril de 2019 a cambio de un trabajo para los implicados en la trama. «La democracia está secuestrada en Melilla», reconoce a THE OBJECTIVE una antigua afiliada al partido que controla Aberchán desde su creación a finales de 1995 como escisión del PSOE.

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