Turquía, Grecia, Macedonia, Serbia, Croacia, Eslovenia y Austria. Najeen cruzó una frontera tras otra en un viaje de 13 meses de la mano de traficantes que le costó más de 5.000 euros. Tras el periplo, ya desde Alemania, la joven ha presentado un libro autobiográfico que lleva como título su propio nombre. Najeen quiere probar que la canciller alemana, Angela Merkel, tenía razón al abrir las puertas de su país a los refugiados en 2015, y que el resto de Europa empiece a mostrar una necesaria dosis de solidaridad hacia personas que, como ella, se han visto obligadas a dejarlo todo huyendo de la guerra. Su historia de superación y lucha han provocado que sean muchos los que la consideren una heroína, entre los que se encuentra la paquistaní Malala Yusafzai, ganadora del Nobel de la Paz, quien dijo que la considera una fuente de inspiración. En su libro, Najeen narra su infancia en Siria, recopilando el relato de episodios de discriminación por su enfermedad y por pertenecer a la minoría étnica kurda. En autobiografía como adolescente, la joven describe la decepción y el terror sentidos al ver convertida la esperanzadora Primavera Árabe en una sangrienta Guerra Civil, vivida con especial crudeza en su ciudad, la asediada Alepo. En declaraciones recogidas por la agencia AFP, la joven ha compartido su visión y esperanzas: «La gente piensa en la crisis siria como algo que pasa muy lejos de ellos y de la cual no deberían hacerse cargo (…) Espero que este libro tenga un impacto, aunque solo sea en una persona».