
Vivir a oscuras
Al final lo van a conseguir; entre los recortes en educación y sanidad, la censura en prensa y la subida de la luz, van a conseguir que vivamos a oscuras en todos los sentidos.
Al final lo van a conseguir; entre los recortes en educación y sanidad, la censura en prensa y la subida de la luz, van a conseguir que vivamos a oscuras en todos los sentidos.
Ahí lo tienen. Un inmenso agujero negro que los satélites marcan desde el cielo. Parece un vacío en la noche. Un apagón en la geografía. Y en la historia. Es Corea del Norte.
El 11 de marzo de 2011 se paralizó el mundo. Un terremoto que provocó un tsunami causó, a su vez, severos daños en la red eléctrica de una central nuclear japonesa que, después, se vio inundada por el brutal maremoto.
La realidad es poliédrica, tiene múltiples aristas; tan solo es cuestión de elegir bien el enfoque y, en caso de meter la pata, cambiar de vértice.
Las purgas son un atroz método de selección del alto personal político en las satrapías totalitarias. Son el equivalente cruento de las elecciones en las democracias sin adjetivo.
Dos españoles han tenido relación con la central nuclear japonesa de Fukushima en los últimos días. Uno, de forma tangencial. Otro, con una implicación absoluta
La radiación es un peligro fantasmal, que despierta un miedo casi místico. No es como las balas, las explosiones o los incendios: uno sabe que esta allí, envenenando el aire, pero no puede percibirlo