El yate, con 143 metros de eslora, se convirtió en noticia la semana pasada, cuando el 4 de octubre salió por vez primera de los muelles de la German Naval Yards, en Kiel, al norte de Alemania, para proceder a una navegación de prueba. Durante más de cuatro años se ha estado construyendo en los astilleros de GmbH en Nobiskrug. La nave ha sido diseñada por el francés Philippe Starck, quien ya en 2008 ya diseñó para Melnichenko otro barco de lujo, el yate a motor “A”. Este nuevo palacio flotante lleva de momento el mismo nombre: “A”. Está concebido para tener una tripulación de 54 miembros y acoger a 20 invitados. La nave tiene ocho pisos, una pista de aterrizaje para helicópteros en uno de sus puentes y una habitación de observación submarina. La altura máxima de los barcos que pueden pasar por el puente Gran Belt, la salida del Báltico, no debe sobrepasar los 50 metros. El yate de Melnichenko alcanza los 100 metros, y sus mástiles no pueden plegarse. Por ello, se ha gastado 400 millones en algo que no va a poder mostrar al mundo.