Miembros de las fuerzas rebeldes y personal de asistencia humanitaria dijeron que los aviones de guerra habían lanzado bombas incendiarias sobre la ciudad, causando víctimas mortales que, algunas fuentes, cifraron en 45. “Han sido los peores ataques aéreos en meses sobre la ciudad”, dijo Rami Abdulrahman, director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
El ataque, llevado a cabo por el gobierno sirio, sus aliados rusos o por ambos, dejó claro que Moscú y Damasco habían rechazado el llamamiento del secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, para poner fin a los vuelos de los aviones de guerra. Siria lleva cinco años inmersa en una cruenta guerra civil que ha provocado miles de muertos y de desplazados.