Es el caso de Oscar Iván Henao, de 39 años, y su ahora esposa, Magda González, de 31. Iban a contraer matrimonio en abril tras enterarse de que esperaban un hijo, cuando él entró en prisión por el delito de tentativa de extorsión. Por ello, no dudaron en aprovechar esta oportunidad y unir sus vidas en una ceremonia cristiana, a la que siguió un almuerzo, el respectivo pastel nupcial y un brindis con gaseosa de manzana. Con vestidos cortos, largos, con mangas o escotados, algunas de velo, pero todas de blanco, las novias ingresaron a la cárcel ubicada en la ciudad de Cali, en compañía de algunos familiares, que también fueron testigos de la boda colectiva.