Cambio climático o el destino de la naturaleza que algo vaticina han adelantado las tormentas de agosto y septiembre al recién estrenado julio. Y eso no sólo significa que unos cuantas pelotas de tenis heladas caigan encima del capó.
El océano devora una isla y lo llaman Pacífico. Así de incongruentes somos quienes a un planeta cubierto en sus tres cuartas partes por agua lo denominamos Tierra. Kiribati se llama el lugar condenado a la desaparición, calculada para el año 2100.
Para causar terror por la supuesta alteración del clima por culpa de la humanidad, inventan que las borrascas son ciclogénesis explosivas y que cualquier viento es huracanado.
Las imágenes de las olas gigantescas de hasta 13 metros azotando el norte de España abren todos los telediarios. Las cosas están peor en el norte de Europa.
El Mundial de F1 se ha convertido en un soporífero coñazo, dice Miralles. Como corresponde a aficionados a las carreras, los comentarios de los lectores no tardaron en llegar.
el cambio climático va a aumentar los fenómenos extremos, lo que, a su vez, multiplicará las guerras, asaltos y revueltas por todo el planeta
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