Reporteros Sin Fronteras «lamenta la siniestra cacería de periodistas» que ha tenido lugar durante este 2016. En 2015, la cifra fue de 101 y, sin embargo, «este descenso no es motivo de alegría, ya que se explica por el hecho de que los periodistas no tuvieron otra opción que huir de los países que se han vuelto demasiado peligrosos: Siria, Irak, Libia, Yemen, Afganistán y Burundi». Para la ONG, «este exilio masivo ha creado agujeros negros de la información en los que reina la impunidad».
Especial relevancia adquiere en el informe el aumento de profesionales encarcelados, sobre todo en Turquía, donde las cifras se han cuadriplicado desde el fallido golpe de Estado de julio. En la actualidad hay más de 100 periodistas y colaboradores de medios de comunicación en las cárceles turcas, de los cuales, «en 41 casos, la detención tiene una relación directa con su trabajo periodístico». «Los excesos autoritarios del presidente Recep Tayyip Erdogan se manifiestan en redadas en medios de comunicación, haciendo así callar a las voces críticas», denuncia RSF. Turquía, China, Irán y Egipto concentran a más de dos tercios de los periodistas encarcelados en el mundo. “La represión de los periodistas en el mundo aumenta a un ritmo frenético», afirma Christophe Deloire, Secretario General de Reporteros Sin Fronteras.