La investigación, publicada en la revista Evolution Virus, muestra una serie de casos relevantes para el estudio, como el de una madre que infectó a su bebé a través de la lactancia materna, o el de un chico que transmitió el virus sexualmente un mes después de haber pasado la cuarentena. De esta forma, el Dr. Jeremy Farrar, del Wellcome Trust, muestra que el virus puede persistir en los fluidos corporales de los supervivientes durante mucho tiempo después.
Las muestras, 554, fueron recogidas entre diciembre de 2014 y septiembre de 2015 de los centros de tratamiento y aislamiento de Sierra Leona, tratándose del análisis más grande realizado hasta la fecha.
Durante el brote que barrió Guinea, Liberia y Sierra Leona, se registraron más de 28.000 casos de personas contagiadas, unas 11.000 fallecieron.