Ébola
¿El ébola? solo en África ¡Já!
Somos hipócritas. Tremenda y horrorosamente hipócritas. Ahora ya no nos preocupa el ébola. Ya no está (o eso creemos) en España, entonces ¿Ayudar para qué?, ¿Informarnos bien sobre esta enfermedad para qué?
Érase una vez el Ébola
Érase una vez la misma historia de siempre. El mundo espera ver al Ébola convertirse en un cuento pasado. Y mientras tanto, la historia pasa.
La muerte nunca muere
Miles de muertos, miles de fotos. Seguirán muriendo y la tormenta de flashes no amainará. Porque la muerte viaja cerca, escondida, pero no se deja ver.
Corazón para el hombre
¿Alguien sabría cantar una alineación de once jugadores que lucharon contra el ébola? Yo no.
El pesimismo
Me dieron un consejo: Escribe mucho, lee más, y pregúntalo todo. Es así: empiezas a cuestionar todo, a intentar redactar de la manera más limpia…
Sonrisas y abrazos
Lo de los profesionales de la enfermería no tiene nombre. Es una vergüenza. El miedo es libre, sí, pero aún así, lo que según se dice, han hecho con sus colegas es vergonzoso, incomprensible, intolerable, que requiere de las autoridades sanitarias una reacción punible de inmediato.
La cre-ti-ni-za-ción de la sociedad
Cretinos ha habido siempre, les decía, y con la televisión su eco se amplificó. Y no digamos ya con internet y las redes sociales. Miren la foto que encabeza este texto: un perfecto cretino residente en Dallas ha decidido qué simpático- que el motivo de decoración de su casa para este Halloween iba a ser qué divertido- el ébola.
Cuenta atrás
Esta lucha esta ganada, pero la guerra contra el ébola no solo ha sido respecto a su salud, lo mas importante, sino a todo el jaleo, la polémica que esta enfermedad ha originado desde el primer minuto cuando salió a la luz su contagio.
El ébola en casa
Mientras escribo esta columna se acaba de confirmar la noticia que llevábamos esperando toda la semana. Teresa Romero ha dado negativo por ébola en el primer test al que ha sido sometida en el Carlos III.
La Mirada
Michael Duff me ha hecho viajar en el tiempo con su imagen. He visto en estos cuatro rostros de sierraleoneses contagiados por el ébola los rostros de amigos a los que llevo en el corazón.