Elena Valenciano: el PSOE está «en manos» de Junts, «la derecha supremacista»
Rechaza la expulsión de Nicolás Redondo y confía en que ley de amnistía no salga adelante porque «no es posible»
Rechaza la expulsión de Nicolás Redondo y confía en que ley de amnistía no salga adelante porque «no es posible»
«Es muy instructivo ir recorriendo la segunda mitad del siglo XX de la mano de Mario Vargas Llosa, uno de sus mejores talentos narrativos»
Durante el Comité Federal del PSOE, celebrado en la sede nacional de la madrileña calle de Ferraz y en el que Pedro Sánchez no ha estado presente, la mayor parte de las intervenciones apoyaron el no, pero cuando se ha producido la votación, ha triunfado la abstención. La propuesta aprobada por el Comité Federal obliga inicialmente a todo el grupo parlamentario socialista a abstenerse, aunque ningún panorama queda totalmente descartado hasta la votación para la investidura, prevista para los próximos días. Javier Fernández, presidente de la gestora del PSOE, ha declarado que intentará «persuadir a los componentes del PSC» y otros sectores críticos con la decisión, quienes ya han anunciado que llevarán su no hasta el final en un intento de conservar la «coherencia». Durante la rueda de prensa ofrecida tras la votación del Comité Federal, Fernández ha subrayado que «abstenerse no es apoyar» pero la vía de la abstención resulta la única alternativa a unas terceras elecciones. Por primera vez en su historia, el PSOE permitirá un gobierno de la derecha en un intento de poner fin al prolongado bloqueo de la política española. Pocos minutos después de conocerse la decisión, Pedro Sánchez ha declarado a través de su cuenta de Twitter: «Pronto llegará el momento en que la militancia recupere y reconstruya su PSOE. Un PSOE autónomo, alejado del PP, donde la base decida. Fuerza».
A mucha gente le parecerá indignante esta burla a la política europea en particular, y a la forma de hacer política, en general. Demasiadas cosas demasiado importantes se deciden en Bruselas y Estrasburgo, dirán, como para dejarlas en manos de locos y comediantes.
En estas elecciones tenemos la posibilidad de castigar a los responsables del panorama que padecemos. PP, PSOE y separatistas han montado un régimen de corrupción y son muchísimos los españoles que perciben que hay que desmontar este siniestro consenso que nos arruina y divide.
Odian el amor entre Hombre y Mujer y por eso se dedican todos los días a instalarnos en la paranoia de que lo mejor que pueden hacer es ir cada uno por su lado, por medio de noticias alarmistas manipuladas.
El ciclo político de las grandes mayorías ha concluido. Treinta y cinco años después, y a pesar del sistema, de las gigantescas redes clientelares y del control absoluto de medios públicos y privados, el bipartidismo se resquebraja.
En las próximas elecciones del 25 de mayo la ciudadanía se juega mucho. En sentido amplio se juega, básicamente, ser ciudadana. Ahora ya lo somos poco, pero cada vez lo seremos menos si la ideología neoliberal sigue campando a sus anchas.
Pero lo peor de Cañete no ha sido perder con Valenciano -que ya es todo un alcorconazo-, sino perder el debate sobre el debate, o sea, perder dos veces. Mucho ánimo a los chicos de Génova. Un par de consejos más de Arriola, y conseguís resucitar al PSOE.
El debate (por así decirlo) entre dos personalidades políticas no sirvió nada más que para resaltar aspectos visuales. Los nervios de una, el manuscrito del otro, el eslogan de uno y el eslogan de la otra.
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