Una oda al progreso antes de rendirnos
En el memorable comienzo del primer capítulo de The Knick (que recrea la vida de un hospital en Nueva York en 1900), el doctor Thackery habla en el funeral de su mentor, que acaba de suicidarse tras el enésimo fracaso en su intento por practicar con éxito una cesárea. Ante una audiencia deprimida de familiares y amigos dolientes, el cirujano pronuncia una inesperada oda al progreso: “Vivimos en un tiempo de infinitas posibilidades, se ha aprendido más sobre el tratamiento del cuerpo humano en los últimos cinco años que en los últimos 500. Algunos túneles se caerán, algunas presas serán anegadas. Nuestros corazones se pararán, pero nosotros, los humanos, lucharemos por unos latidos más en la batalla antes de rendirnos”.