Felipe González

Líderes mundiales exigen a Maduro la liberación de Leopoldo López

Líderes mundiales exigen a Maduro la liberación de Leopoldo López

Varios líderes mundiales han pedido este jueves al presidente venezolano, Nicolás Maduro, la liberación del fundador de Voluntad Popular y opositor Leopoldo López, que cumple este sábado 18 de febrero tres años en prisión por sus ideas políticas contrarias al Gobierno venezolano. Los ex presidentes del Gobierno español, José María Aznar y Felipe González, han participado en un acto conjunto en Madrid en el que han condenado la existencia de presos políticos en Venezuela, mientras que en Estados Unidos, Donald Trump, también ha pedido la liberación de López.

Sánchez, dionisiaco conquistador; susana, apolínea estratega

Sánchez, dionisiaco conquistador; susana, apolínea estratega

El pasado sábado, 28 de enero, Pedro Sánchez se dispuso a tomar el cauce de unas aguas, tras el impulso de la tormenta de Ferraz, en apariencia calmadas. Fue en Dos Hermanas, pueblo de la provincia de Sevilla. Como si de un antiguo rey castellano se tratara, pero a la inversa, Sánchez bajó del norte con intención de conquistar, de reconquistar, el epicentro del socialismo en España, que es andaluz, acaso federal, aunque resida en Madrid por utilidad para la burocracia. En contra de lo que todos apuestan, simpatizantes, militantes y adeptos, hubo apoyo interno -tímido también, sí- en el mitin de Pedro, un aliento que encuentra sus puntos fuertes en el histórico Toscano –alcalde de teoría y cacique de prácticas, en su municipio, se entiende- y Pérez Tapias, ejemplo de un PSOE más inclinado al pensamiento y a la ideología, al tratado y a la filosofía, que al pragmatismo y al eslogan, valores en boga tanto en la sociedad de hoy como en la principal rival de esta facción sanchista, al menos en los titulares y ecos del periodismo, Susana Díaz.

Aznar, punki de mayor

Aznar, punki de mayor

Me he sentado a escribir sobre José María Aznar cuando ha llegado la noticia de la muerte de Paloma Chamorro, nuestra benefactora de ‘La Edad de Oro’. Y me he acordado de lo que contó hace poco Jesús Quintero sobre la primera entrevista que le hizo a Aznar a principios de los noventa. Quintero le había indicado al cámara que mantuviese un primer plano del entrevistado, y nada más comenzar le espetó: “¿Usted ha sido punki?”. No sé qué se trasluciría en su rostro, pero el futuro presidente pensaría sin duda en mazmorras para el entrevistador…

Las divisiones internas llevan al PSOE el borde del abismo

Las divisiones internas llevan al PSOE el borde del abismo

Todo empezó con unos resultados electorales bastante malos en las elecciones del 20 de diciembre de 2015. Un año antes, Pedro Sánchez fue elegido secretario general en sustitución de Alfredo Pérez Rubalcaba. Sus críticos constatan que desde 2014 el partido ha ido perdiendo apoyos, elección tras elección, llegando a obtener los peores resultados de su historia en las elecciones de junio de 2016. Pero antes de ese momento hay que decir que Sánchez quería ser presidente del Gobierno y es esforzó para ello aunque sin resultados. En la breve XI Legislatura entre enero y mayo negoció a derecha e izquierda. Con la derecha representada por el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, firmó el Pacto del Abrazo, un acto de una solemnidad desproporcionada teniendo en cuenta que no llevaba a ningún lado, pues era necesario contar con al menos otro partido para lograr los votos suficientes para la investidura. Podemos, el partido de la izquierda, rompió en el último momento, una “traición”, según los socialistas que Sánchez no perdonaría.
La primera semana de marzo, Sánchez perdió la investidura. Pero lo peor estaba por llegar para este ambicioso socialista. Las elecciones de junio, apenas seis meses después de las del 20D, volvieron a dejar al PSOE en una situación desconocida, con 85 diputados, y con Podemos pisándole los talones. Al menos, decían Sánchez y los suyos, no hubo sorpasso y el PSOE siguió como primer partido de la oposición. Con la XII Legislatura ya en marcha todo se precipitó cuando Sánchez se negó a facilitar la investidura de Mariano Rajoy, cuyo partido, el PP, fue el único que ganó escaños el 26J, revalidando su victoria pero sin mayoría absoluta. “No es no” o ¿Qué parte del no, no ha entendido?”, se convirtieron en las frases favoritas de un Sánchez que empezó a ser cuestionado por su obstinada negativa a que el PP gobernara. Él estaba dispuesto a ir a unas terceras elecciones y aquello, para los barones del PSOE era un suicidio. Rajoy se sometió a una primera sesión de investidura fallida. Era finales de agosto. Ante la posibilidad de acudir a las urnas de nuevo, el 28 de septiembre, 17 miembros de la Ejecutiva Federal dimitieron en bloque para forzar su disolución del órgano de dirección, al quedar reducida a 18 miembros. Pero Sánchez no disolvió la Ejecutiva y convocó un Comité Federal para el 1 de octubre que acabó como el rosario de la aura, es decir, fatal.
Hubo gritos, insultos, llantos, reproches y, finalmente, se produjo la dimisión del secretario general, que se negó a dar su brazo a torcer con lo de Rajoy. Felipe González tiró la piedra que acabó descalabrando a Sánchez y una gestora encabezada por el presidente de Asturias, Javier Fernández, se instaló en los despachos de la madrileña calle de Ferraz, sede central de un partido que sangraba por numerosas heridas. A finales de octubre, si no había investidura, se convocarían las terceras elecciones generales en un año. Así que la gestora acordó que los 85 diputados socialistas permitirían a Rajoy ser investido presidente en la segunda votación. Sánchez desapareció de la escena hasta el día de la primera votación en la que los socialistas, todos a una, le dijeron no a Rajoy. 48 horas después se celebraría la segunda votación y Sánchez anunció que renunciaba a su escaño. No quería abstenerse y se marchó. Pero 15 sanchistas o diputados díscolos rompieron la disciplina de voto y votaron no a un Rajoy que salió investido presidente del Gobierno.
La gestora castigó a la mayoría de los diputados rebeldes quitándoles de puestos de responsabilidad, primero en el congreso, después en el propio partido, mientras Sánchez anunciaba en Twitter que se iba a dedicar a recorrer las sedes socialistas de España para buscar entre los militantes los apoyos necesarios para presentarse a la secretaría general en las primarias del próximo Congreso Federal que, él y los suyos quieren que se celebre cuanto antes y que la gestora – órgano temporal – dice que ya lo convocará cuando le cuadre pero que no antes de la primavera del 2017. Las espadas están en alto en un partido que está al borde del abismo, mientras Susana Díaz sigue jugando al despiste. Será un año interesante para saber qué derroteros toma el histórico partido fundado en 1879.

La condena o el beneplácito

La condena o el beneplácito

En su ensayo en forma de libro ‘El mal consentido: la complicidad del espectador indiferente’, Aurelio Arteta aborda con laboriosa y precisa prosa las diversas formas del mal a lo largo de más de 300 páginas que el propio autor califica de ‘incómodas’ para el lector. Arteta justifica esa faceta del ensayo por la propia naturaleza perturbadora del asunto que lo vertebra. El mal que cometemos nos pesa lo suficiente como para que siquiera relatarlo nos haga perder nuestra condición de personas íntegras.

Asaltan el despacho de Felipe González en Madrid y le roban documentos

Asaltan el despacho de Felipe González en Madrid y le roban documentos

González y sus compañeros de bufete aún están revisando la oficina para determinar si se apoderaron de algún otro objeto de valor. Los ladrones forzaron primero la puerta de entrada a la planta de un inmueble del barrio de Salamanca, de Madrid, donde González tiene una oficina compartida con otras personas. Posteriormente, reventaron la puerta de acceso al propio despacho. El caso está siendo investigado por agentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

No será maduro, pero genio sí

No será maduro, pero genio sí

Hacia lo interno de un país empobrecido, azotado por la delincuencia, urgido por la escasez y angustiado por la inflación, ¡ni que venga Súperman!… el guapo de los calzones rojos a lo sumo podría obtener algún beneficio por usar oportunamente el color del chavismo.

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