Un centenar de varones, en su gran mayoría afganos y paquistaníes iniciaron el viernes una marcha a pie desde la capital de Serbia, Belgrado, decididos a esperar en la frontera de Croacia hasta que los dejaran pasar. Las autoridades aseguran que harán todo lo posible para impedir el cruce de ilegales. «No hay razón alguna para que nadie cruce ilegalmente la frontera y entre en Croacia», manifestó el ministro croata del Interior, Vlaho Orepic.
La «ruta balcánica», por la que cientos de miles de refugiados de Oriente Medio pasaron hacia la Europa central desde otoño del año pasado fue cerrada en marzo por acuerdo común entre Austria, Eslovenia, Croacia, Serbia y Macedonia. En Serbia se encuentran «atrapados» de momento unos 6.500 refugiados, según datos oficiales, que no pueden proseguir camino y que malviven en centros de acogida y hasta en parques sin comida, según denuncian los migrantes.