«¿Es verosímil creer que una mayor visibilización del catalán puede, aunque sea mínimamente, combatir el clima de odio que existe en Cataluña?»
Me gustaría volver a recordar que el país que estos señores aspiran a gobernar es potencia en muy pocos ámbitos, pero si lo es en alguno es en el ámbito cultural
Hace unos días se prendió la mecha de las redes gracias al chispazo del periodista J. A. Aunión en El País; redes que terminaron explosionando en un clamor casi unánime: el hecho de que la literatura hispanoamericana haya desaparecido del temario del bachillerato supone un escarnio para el sistema y un agravio para los alumnos.
Resulta que semanas atrás estrenaron una serie, ‘La peste’, que a juzgar por la repercusión que se respiraba en las redes debió de gozar de bastante éxito. Hasta aquí nada nuevo. Resulta que los guionistas decidieron darle un toque original al asunto liberando un supuesto acento andaluz del siglo XVI, acento que entonces, obviamente, no mostraba las características actuales, aunque poco importa eso. Hasta aquí, algo relativamente novedoso, aunque cada vez menos.
Fundéu ha elegido doce palabras que definen el año que está al cabo de transir. El canon dice que el uso crea nuevas palabras para designar realidades también nuevas. Pero en muchas ocasiones lo que vemos es lo contrario: palabras sin más realidad que la voluntad de alguien de crear una realidad nueva. Veamos las palabras que ha elegido la fundación.