«Yo nunca quise ser sacerdote, pero Dios me llamó». Quien así se expresa es uno de los tres seminaristas millennials con los que hemos hablado. Estudiantes en el Seminario Conciliar de la Inmaculada y San Dámaso de Madrid, recibieron la llamada del Señor antes de ingresar y dedicar seis largos años de estudio y reflexión para poder vestir el hábito que les defina como curas. En 2016 había 1.246 seminaristas en España, 137 de ellos no acabaron de recorrer el camino y abandonaron antes de ser ordenados sacerdotes. Este seminario de Madrid es el que posee un mayor número de aspirantes al sacerdocio; más de 120. En un contexto en el que los millennials de los países desarrollados van a ser la generación que se enfrente a la peor desigualdad de ingresos de la historia reciente, según un informe de Credit Suisse, Fernando Marías, Ignacio Ozores y Jorge Olabarri, de 24, 18 y 22 años respectivamente, han optado por la vía del sacerdocio como modo de vida, y estas son sus razones: