Buenas comilonas y amores ingenuos
Para redimir a Dickens hubo que recurrir a la autoridad de Nabokov, descubrirle pasiones demasiado humanas de la crueldad a la usura- o buscarle algún infalible escándalo de orden salaz. Su mismo Cuento de Navidad ha sido sometido a diversas actualizaciones cibernéticas.