Independencia de Cataluña

¿Qué opinan los turistas extranjeros del referéndum del 1-O?

¿Qué opinan los turistas extranjeros del referéndum del 1-O?

Barcelona es una de las ciudades más visitadas de Europa. Más de 8,3 millones de turistas extranjeros pasaron por la capital en 2016, según el informe de Global Destination Cities Index. Así, 85,9% de las personas que visitaron la ciudad eran de fuera de España, según un informe del Ayuntamiento de Barcelona. ¿Qué opinan ellos del referéndum de independencia? ¿Conocen el 1-O? Hemos salido a la calle a preguntárselo.

El tempranero Marsé

El tempranero Marsé

Hace unos días el periodista Juan Cruz llamó a unos conocidos artistas catalanes y les preguntó por la cosa esa del Procés. Todos estaban en contra con sus matices a cuestas en un reportaje que publicó El País. Curiosamente, salieron analistas criticando que los que hablaban lo hacían tarde e incluso mal. Coincidían, cosas del oasis, el maestro Arcadi Espada y el director de la edición local de El Mundo, Àlex Salmon.

Puigdemont rechaza ir al Congreso si antes no hay un acuerdo sobre el referéndum

Puigdemont rechaza ir al Congreso si antes no hay un acuerdo sobre el referéndum

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, ha rechazado este viernes la oferta de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, de acudir al Congreso de los Diputados para explicar la propuesta de referéndum de su gobierno, aunque deja una puerta abierta para hacerlo en el futuro siempre que se haya alcanzado un acuerdo previo con el Gobierno central en relación a la consulta.

Justicia poética, dicen en la radio del conde

Justicia poética, dicen en la radio del conde

Y cito:
“Desobediencia es, según el Instituto de Estudios Catalanes, el “rechazo colectivo a obedecer alguna ley o norma para hacer presión pacíficamente sobre el poder constituido”. Desobediencia es la palabra más exigida por la CUP desde que se inició el proceso. Desobediencia es por lo que ha sido inhabilitado Mas. Y Joana Ortega. E Irene Rigau. A ojos de la justicia, los primeros desobedientes de Cataluña han sido ellos.

Artur Mas se sentará en el banquillo por celebrar la consulta independentista del 9-N

Artur Mas se sentará en el banquillo por celebrar la consulta independentista del 9-N

Los hechos presuntamente delictivos se centran en el periodo de tiempo que va desde el 4 de noviembre —fecha en la que el Tribunal Constitucional prohibió la consulta organizada por la Generalitat— y el 9 de noviembre de 2014, día de la consulta. El TSJC recuerda que el Tribunal Constitucional «comunicó directamente la existencia» de la resolución al expresident mediante un correo electrónico. El Gobierno catalán argumenta que dejó la organización de la consulta en manos de voluntarios. Sin embargo, el auto apunta que la Generalitat permitió que los trabajos encargados a empresas privadas siguieran adelante. El 9-N, día de la votación, «acaeció en todo momento bajo el control directo de la administración autonómica» presidida por Mas, señala el auto. Y continúa: Mas, «auxiliado» por Ortega y Rigau, «articuló una estrategia de desafío completo y efectivo» a la suspensión ordenada por el TC. Los resultados de la jornada, por ejemplo, fueron difundidos públicamente por la vicepresidenta Joana Ortega.

La Fiscalía pide una pena de diez años de inhabilitación para que Mas no pueda desempeñar ningún «cargo público electivo» ni «ejercer funciones de gobierno» en ningún ámbito, sea local, autonómico o estatal. En el caso de Ortega y Rigau, la petición de inhabilitación se rebaja a los nueve años.

La violencia como "remake"

La violencia como "remake"

El futurismo condensó tanta violencia en el arte que todo un siglo saltó por los aires al fundarse los totalitarismos. Fascismo, comunismo y anarco-sindicalismo aprenden de Georges Sorel el poderío de la violencia prefigurada en Mussolini nadando virilmente o Lenin llegando a la Estación de Finlandia en su vagón blindado. Barcelona llegó a ser conocida mundialmente como la ciudad de las bombas. En el anarco-sindicalismo, Georges Sorel –con sus “Reflexiones sobre la violencia”- impone la idea de que sin violencia no habrá capacidad colectivista. Casi cien años después, Georges Sorel logra su “remake” de la mano de la organización política conocida como la CUP. Todas sus propuestas son ultra-radicales, unilateralmente secesionistas y anti-sistema pero hasta ahora no habían proclamado que hará falta violencia política para que –como hipótesis- el Estado sienta la urgencia de la fuerza bruta. Es decir: hay que llevar la secesión unilateral hasta el límite, hasta que el Estado español entre “en contradicción antidemocrática” y tenga que recurrir “a algún tipo de fuerza legal o incluso de la fuerza bruta”. Es de una simplicidad que ofusca, sustancialmente porque el anti-sistema es un sistema paranoide. La CUP comienza quemando la Constitución en el salón de plenos del ayuntamiento de Barcelona y prosigue con una gestualidad consistente en quemar contenedores o cajeros automáticos. Tanta hostilidad se nutre del rechazo del Estado de Derecho, las formas pluralistas o el principio de la propiedad.

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