Un ciudadano ejemplar
«La indignación es una extensión de la inteligencia y no el músculo blando de los prejuicios, de la amargura y de la pereza»
«La indignación es una extensión de la inteligencia y no el músculo blando de los prejuicios, de la amargura y de la pereza»
«Las generaciones más jóvenes –definidas por la desilusión colectiva- han sido educadas en un caos emocional y en el peligroso supremacismo de la indignación»
Hace hoy cinco años un grupo de cuarenta personas decidió acampar en la Puerta del Sol al finalizar una manifestación. Esas cuarenta se multiplicaron por cientos, llegando a tener una gran influencia en los medios y en otros países, e inspirando otros movimientos como Occupy Wall Street. Reivindicaban el fin del bipartidismo, la corrupción política o la austeridad, en plena crisis económica. Nació como un movimiento sin partidos, a pesar de que algunas formaciones como Podemos o Izquierda Unida reclamen como propios sus valores. Varias organizaciones sociales rechazan que estas formaciones políticas se adueñen de los logros conseguidos. Insisten en que este movimiento fue el que abrió “la nueva política”, y no los partidos políticos. Según Ramón Walsh, portavoz de la Coordinadora 25S (Rodea el Congreso), “sin las mareas, ni las marchas ni las asambleas en la plazas no hubiera sido posible el cambio de política que está viviendo España”.
No hay nada más sistemático que la destrucción del orden cívico. No otra cosa es el terrorismo en sus distintas modalidades
Inicia sesión en The Objective
Crea tu cuenta en The Objective
Recupera tu contraseña
Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective