No es la foto, es el baile
Nacemos buenos. Nacemos perfectos y luego ya nos estropeamos imitando al de arriba, copiando comportamientos y modas por afán de ascender, equivocando conceptos y dejando a un lado el espíritu crítico. Si hay suerte, nuestros padres nos vuelven a arreglar inculcando con su ejemplo una forma humana y reconstruida de toda esa bondad que cada día nos roba la sociedad.