Las demandas en el día de elecciones son algo habitual en Estados Unidos. De hecho, los demócratas presentaron a última hora del lunes demandas en cuatro estados (Pennsylvania, Arizona, Ohio y Nevada) por el mismo motivo, según Reuters: acusan a los republicanos de «montar una campaña de intimidación a los votantes» que viola la ley de derechos civiles de 1965 y una ley de 1871 contra las prácticas del Ku Klux Klan. Trump ha pedido en los mítines a sus partidarios que vigilen los centros de votación para impedir supuestos actos de fraude, refiriéndose a las ciudades que cuentan con una importante comunidad negra o latina. La ley permite que los partidos tengan representantes en los colegios electorales para actuar como observadores, pero con algunas limitaciones, la más habitual, que sean votantes registrados en ese condado los que vigilen allí las votaciones.