Fakt you!
Tal es el grito de guerra propuesto por Stefan Schmitt en Die Zeit contra el auge contemporáneo del posfactualismo: un contraataque basado en el señalamiento obstinado de los hechos ante quienes se empeñan en devaluarlos. Se trata de una propuesta voluntariosa y quizá no haya muchas más en la despensa. No obstante, otra posibilidad parece abrirse en la política española: la realización práctica de aquello que se niega en el discurso. Es como si la facticidad entrase por la puerta de atrás, por ser la única que se le ha dejado abierta. Así sucede con el despliegue de una Gran Coalición de facto y no de iure, parlamentaria antes que ejecutiva, que hoy como ayer constituye la única posibilidad de gobierno en nuestro país a la vista de los resultados arrojados por dos elecciones generales consecutivas. Habríamos podido llegar antes hasta aquí, pero no podemos decir que nos hayamos aburrido por el camino.