
Próxima estación... (parte IV)
«Por un momento, el mundo se hizo más íntimo. Sin embargo, no pudo evitar que se le colara un leve desencanto»
«Por un momento, el mundo se hizo más íntimo. Sin embargo, no pudo evitar que se le colara un leve desencanto»
Una oleada de calor subió por el estómago de Amanda extendiéndosele hacia el pecho y el rostro.
Le clavó las pupilas como las astas de un toro bravo en la entrepierna, las axilas, la curva de la mandíbula y la cintura
«Cada vez que un par de ojos la observa, le dan ganas de probar hasta dónde puede llevar el juego de la seducción»
Se apartó y me pidió un café. «Sólo he venido a por un café, ¿me lo das?»
«Revelaban una topografía corporal que se creía desveladora de su esencia, de esa ternura que negaba a la mayoría»
«Cada respiración compartida iba aumentando esta tensión que les quitaba el aire haciéndolo denso, irrespirable»
«Con el tiempo, la incomodidad se había transformado en tensión electrizante, en magnetismo que los atraía»
«Movida por la envidia y la compasión corrí hacia el cuadro para saltar y abalanzarme sobre ella por la eternidad»
«Es entonces cuando se aturulla ante este Saúl, que le resulta casi uno nuevo cada vez revelado»
«El motor que me sostiene es este largo sudario que tejo cada día en cartas que escribo como remitente a ti»
«Saúl me propinó un giro de guión que me dejó seca»
«Esta noche le busco a él, uno que resulta tan fácil de conquistar como yo de ser conquistada»
«Se vuelven a ver como si hiciera una vida que no se vieran. Se abrazan fuerte como si hiciera una vida que se conocieran»
«Las instrucciones de Amanda habían sido bien sencillas y bien halladas: una venda, una botella de tequila y una canción»
«Nuestro siempre ya son años, y todavía ocurre, siempre me pasa. Delante de la puerta me paro, necesito respirar»
«Así como la primera vez, aquella noche, una noche tonta…»
«Había dejado la ropa amontonada en la orilla y ahora la arena la cubría»
«Di tres pasos hacia atrás antes de volver a acercarme con ojos relamidos»
«Me gustan los hombres que no sucumben rápido pero esto puede convertir el juego en una historia interminable»
«Caminaban cabizbajos, contenidos en cuerpo y habla, calma que antecede a la tormenta»
«Solo quiero poder tomarme una cerveza contigo. Si te aburres… fin de la historia. Déjame conocerte, por favor»
«Amanda tenía propensión a los deleites carnales y en cada café, el de cada día, traía un extra de goce: su juego con Saúl»
«La imaginé desnuda sin quererlo. Su cuerpo se desvelaba ante mis ganas sin contar con mi voluntad»
«La mochila que yo llevaba a los hombros, muy pesada y vacía, se había transformado en una maleta de viaje de asas y cremallera»
«Gruñía cuando yo movía y ajustaba la cadera persiguiendo el gusto de su tacto»
«Era él, era Saúl y su ropa, su tacto y su voz le hacían reconocible en la espera de la siguiente operación».
«Me abandoné a su voz y a sus ojos. Me puse en sus manos. Me entregué a él».
«Me haré un traje de su saliva y un collar con cada una de las gotas que escupa su pene volcánico»
«Cuando Saúl se me reveló con una sonrisa ante los ojos, se convirtió en Saúl, y yo no pude más que saber ser su perra»
«Saúl, con lujuria y violencia consentida plantó una semilla con dos dedos secos, muy dentro de mi ano hasta el corazón»
«Desconocedores de los pormenores que le llevan al otro, disfrutan del gusto de descubrirse amados»
«Hacían una buena pareja o al menos eso decían todos»
«Bajas y subes despacio señalando el camino con una lengua así gorda, brillante y plana»
«Mira la mano de Saúl, sigue enroscada y tiesa, da entre risa y ganas. A pocos centímetros el coño de Amanda es una olla a presión»
«Despide al espíritu de los Amores Futuros para quedarse en un presente en el que poder seguir haciendo el camino»
«Los peces le husmeaban los pliegues de la vulva y picoteaban la rugosidad de su ano»
«Amanda explica en términos de usabilidad sus ganas de follar. Desde ahí, la oferta de ser follada como un coño útil»
«Amanda simula con sus labios un coño prieto, donde Saúl la penetra con la inmunidad de los no acomplejados»
«No se esperaba verle aquella tremenda erección. ‘¿Y esto?’, le preguntó con la inocencia de las curiosas»