La población residente en España se situó en 46.438.422 habitantes a 1 de enero de 2016, lo que supuso una reducción de 11.142 personas respecto a comienzos de 2015. Este descenso se debe a que hubo menos nacimientos que defunciones y a un saldo migratorio también negativo de 8.389.
Si bien en el pasado la población residente en España descendió en 11.142 personas, la población de nacionalidad española aumentó en 24.313 debido, sobre todo, al proceso de adquisición de nacionalidad española, que afectó a 114.207 residentes, según datos provisionales. Por su parte, la población extranjera se redujo en 35.456 personas, situándose en 4.418.898, debido también al efecto de las adquisiciones de nacionalidad española, que producen una pérdida de población extranjera. Por nacionalidades, los mayores descensos en términos absolutos se produjeron en ciudadanos de Ecuador, Bolivia y Marruecos.
El saldo migratorio aumentó en 2015, aunque continúa siendo negativo, situándose en –8.389 personas. Esto fue debido a que 343.614 personas procedentes del extranjero establecieron su residencia en nuestro país, mientras que 352.003 personas abandonaron España con destino al extranjero.