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El llanto de los niños migrantes separados de sus familias en la frontera sur de Estados Unidos

Son miles los niños que el Gobierno de Donald Trump ha separado de sus familias. Solo entre el 5 de mayo y el 9 de junio las autoridades fronterizas de Estados Unidos separaron a 2.432 niños, la mayorías procedentes de países centroamericanos, de sus familias mientras estas eran procesadas por entrar al país de forma ilegal al país, según cifras oficiales. Y el llanto de estos niños, encerrados en jaulas de alambres sin sus familias, ha conmovido al mundo e indignado a la sociedad estadounidense. Un audio recogido por un funcionario de estos centros muestra cómo los pequeños ruegan, asustados, irse con sus familias.

El llanto de los niños migrantes separados de sus familias en la frontera sur de Estados Unidos

Son miles los niños que el Gobierno de Donald Trump ha separado de sus familias. Solo entre el 5 de mayo y el 9 de junio las autoridades fronterizas de Estados Unidos separaron a 2.432 menores, la mayorías procedentes de países centroamericanos, de sus familiares mientras estos eran procesados por entrar al país de forma ilegal al país, según cifras oficiales. Y el llanto de estos niños, encerrados en jaulas de alambres sin sus familias, ha conmovido al mundo e indignado a la sociedad estadounidense. Un audio recogido por un funcionario de estos centros muestra cómo los pequeños ruegan, asustados, irse con sus familias.

«Yo no quiero que le paren a mi papá, no quiero que lo deporten», «yo no me quiero separar de mi padre», «yo quiero ir con mi tía, al menos», exclaman los niños. Ante los llantos, uno de los funcionarios responde en español: «Bueno, aquí tenemos una orquesta». Sus voces han dado la vuelta al mundo y han provocado la indignación de organizaciones como Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la infancia). «Las historias de niños, algunos de ellos bebés, separados de sus padres mientras buscan seguridad en Estados Unidos son desgarradoras. Los niños, sin importar de dónde vienen ni cuál es su estatus migratorio, son niños en primer lugar», ha dicho la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, citada en un comunicado del organismo. «La detención y la separación familiar son experiencias traumáticas que pueden exponer a los niños más vulnerables a la explotación y el abuso, y a generarles un estrés tóxico que, como han demostrado múltiples estudios, puede afectar a su desarrollo a largo plazo», alerta Fore.

Estos niños pueden pasar hasta 72 horas en un centro de detención sin sus familiares, a los que el Gobierno de Estados Unidos considera criminales. A partir de ese plazo, las autoridades les buscan una familia de acogida (generalmente se busca algún pariente que el menor tenga en el país) y, hasta que se completan los trámites, viven el albergues, donde pueden pasar meses.

El llanto de los niños migrantes separados de sus familias en la frontera sur de Estados Unidos
Una de las jaulas en las que están recluidos los inmigrantes ilegales en Estados Unidos. | Foto: Flickr | us customs and border protection

Las críticas a esta política de «tolerancia cero» contra la inmigración anunciada por Donald Trump también ha recibido críticas dentro de Estados Unidos. La Academia Estadounidense de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglñes) es una de las instituciones que se ha mostrado radicalmente en contra. «La AAP urge al Departamento de Seguridad Nacional y al Departamento de Justicia a finalizar inmediatamente la política de separación familiar. Separar a los niños de sus padres contradice todo lo que defendemos como pediatras: proteger y promover la salud de los niños. Sabemos que la separación familiar causa un daño irreparable a los niños. Este tipo de experiencias altamente estresantes pueden romper la construcción de la arquitectura cerebral de un niño. Una exposición prolongada a un estrés grave -conocido como estrés tóxico- puede tener consecuencias vitalicias para la salud», advierten los pediatras estadounidenses en un comunicado. «Debemos recordar que los niños inmigrantes siguen siendo niños. Las protecciones para los niños en la ley o en los juzgados existen porque los niños son excepcionalmente vulnerables y están en alto riesgo de sufrir traumas y de ser víctimas de tráfico y violencia», exponen.

Incluso en círculos más internos Trump ha recibido críticas por su política de separar a los menores de sus familias. Incluso personalidades destacadas del Partido Republicano se han mostrado en contra. «Todos los miembros de la conferencia republicana y yo apoyamos un plan que mantenga unidas a las familias mientras se determina su estatus migratorio», ha defendido el líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, informa EFE.

Incluso en ambientes más íntimos también ha sido mal recibida la política de «tolerancia cero» de Trump. «La señora Trump detesta ver a los niños separados de sus familias y espera que los dos lados del Congreso puedan por fin acordar una reforma migratoria exitosa», ha afirmado a la CNN Stephanie Grisham, directora de comunicación de la esposa de Donald Trump, Melania. «Ella cree que el país debe respetar la ley pero también debe gobernar con el corazón», ha añadido.

Quizá porque haya decidido «gobernar con el corazón», quizá porque haya sucumbido a las críticas, quizá porque haya hecho un examen de conciencia, finalmente, Donald Trump ha firmado un acuerdo para poner fin a la separación de familias y silenciar el llanto de esos niños.

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