«Me interesa poco su militancia política: me atrae más el Marsé que rechazaba -por desconocimiento del tema- conferencias sobre la conciencia de clase que aquel que entró en el PCE arrastrado por la marea. Las grandes causas -y su obra persiguió unas cuantas- suelen distinguirse mejor sin el humo de las siglas»
«Hay dos tipos de juntaletras: los que duermen el sueño de los justos en librerías apolilladas o, con más suerte, pasan a los libros de texto, aunque achicados y neutralizados; y los que uno relee desde sí, confiriéndoles nueva vida»
El refranero español afirma que quien la sigue la consigue; es el caso del Brexit
«A mí me gustan los libros a secas, sin pensar en si forman parte de la alta cultura o si se trata de eso que los anglosajones llaman commercial fiction»
«Si cada uno contara realmente su vida, sin florituras ni añadidos, no haría falta leer ninguna novela»
«Se quejan los editores de que en España apenas se lee ensayo y poesía. Lo raro es que, poniéndoselo tan difícil, los adultos sigan leyendo novelas»
«Los pájaros que se quedan no narra el periplo estadounidense de Jordá, se encarama y repta por las frondas de su árbol genealógico para reconstruir otro viaje que no tuvo lugar»
«Vamos hacia un mundo diferente, impulsados también por una nueva revolución industrial que genera tantas oportunidades como miedos»
Celebramos casi siempre los aniversarios de los escritores cuando sus obras han quedado injustamente olvidadas por el paso del tiempo. En estos casos conviene recordar que la mejor manera de homenajear a un autor es leerlo y releerlo, e incitar a otros a hacer lo mismo. Suele ocurrir que la liturgia que acompaña a estos eventos queda reducida muchas veces a banales rituales, en los que ni se contempla la difusión de la obra ni la invitación a su lectura.