A pesar de que las cantidades estimadas de energía solar no serían suficientes para mantener agua líquida en el planeta, el estudio sugiere que la Tierra tenía océanos líquidos por aquel entonces. Los científicos creen que la respuesta a esta paradoja se encuentra en el efecto de los asteroides que bombardearon la Tierra durante sus primeros mil millones de años de historia.
El Doctor Simone Marchi, científico del Southwest Research Institute comenta que «los primeros impactos causaron una destrucción localizada y temporal provocando condiciones hostiles para la vida. Sin embargo, al mismo tiempo, tuvieron un efecto beneficioso a largo plazo al contribuir a la estabilización de temperaturas de la superficie y proporcionar elementos clave para la vida tal como la conocemos».
El modelo creado por el equipo de Marchi sugiere que los impactos de asteroides fueron un factor clave para la creación de lagos temporales de lava y su consiguiente efecto invernadero, permitiendo así crear las condiciones idóneas para que surgiera la vida.