«Nos han estado diciendo las cosas desde afuera porque aquí no se ha investigado de verdad», dijo, al tiempo en que aseguró que Varela le confió que había recibido una donación de la empresa brasileña para la campaña que lo llevó al poder en 2014. En su defensa, el presidente de Panamá rechazó haber recibido dinero de Odebrecht para su campaña e informó que en las próximas horas publicará todas las donaciones a su campaña.
La procuradora general, Kenia Porcell, dijo en una rueda de prensa que el allanamiento al bufete panameño fue ordenado en una investigación de oficio que realiza una fiscalía contra el crimen organizado. También mencionó que en las pesquisas se han formulado cargos por blanqueo de capitales a cuatro socios de la firma panameña y se ha ordenado igual número de órdenes de conducción a declarar. Asimismo, aclaró que de acuerdo a las investigaciones, la firma panameña habría girado instrucciones a su filial en Brasil para ocultar documentos o evidencias de dinero provenientes de sobornos.
Tras un acuerdo de culpabilidad al que llegó el gigante de la construcción brasileña con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, se reveló que la empresa había entregado sobornos por 59 millones de dólares para hacerse con obras públicas entre 2010 y 2014. Mossack-Fonseca, evidentemente molesto y desafiante, aseguró sin entrar en detalles ni mostrar pruebas, que los sobornos dados por la empresa brasileña superan con creces esa cifra.
El bufete panameño quedó inmerso en abril pasado en el centro de un escándalo mundial al filtrarse masivamente documentos sobre sociedades anónimas en ultramar en países considerados paraísos fiscales. Días después de ese escándalo se hizo un allanamiento para determinar si la firma habría incurrido en algún delito, o si alguna sociedad que creó se usó para actividades criminales.