Partidos

En tierra de nadie

En tierra de nadie

El crecimiento acelerado de Ciudadanos durante estos dos últimos años se ha fundamentado sobre una sucesión de crisis superpuestas: la económica, la territorial y la política, aunque no necesariamente por este orden. La descomposición de los principales partidos de la estabilidad ha facilitado todo este proceso. El Partido Popular resistió a duras penas el efecto combinado de los recortes presupuestarios sobre el Estado del bienestar y el persistente goteo de casos de corrupción que afectaban a las mismas entrañas de su organización. El PSOE, tras la experiencia Zapatero, sufrió una especie de tormenta perfecta que le ha dejado al borde de la ruptura interior y muy debilitado parlamentariamente. El colapso de UPyD dejó libre la franquicia del centro constitucionalista y el procés soberanista dinamitó la sentimentalidad del catalanismo moderado para dar paso a la lógica del dret a decidir. Ciudadanos ha sabido abrirse paso en medio de este paisaje de ruinas. Le ha favorecido su aspecto pulcro, moderno, urbano y técnicamente limpio de grandes corruptelas. Ofrecía algo parecido a una modernidad tecnocrática con aires de Obama: economistas de la London School of Economics y actores de series televisivas, candidatos políglotas y tuiteros de calibre. Era –o pasaba por ser– la derecha aseada, el centro razonable y la izquierda moderada: Dinamarca en lugar del Mediterráneo. O, lo que es lo mismo, mayor libertad económica junto a unas políticas sociales más generosas.

El más allá en el discurso de podemos

El más allá en el discurso de podemos

El título podría asemejarse a las disertaciones académicas de los congresos universitarios, pero esa sería la última pretensión. Ya se sabe, parafraseando el soneto de Góngora: en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en academicismo. Aunque viniesen de aquellos polvos, el discurso de Unidos Podemos carece del lodo de la academia. En él persiste un tono más publicitario que teórico, más de propaganda que de revista científica. El último ejemplo: el trato con que han tomado la repentina muerte de Rita Barberá.

Espinar sin futuro

Espinar sin futuro

El éxito arrollador de Podemos entre los jóvenes se funda en una advertencia: “Viviréis peor que vuestros padres”. Es una idea narcisista, ignorante y eficaz. Arropa al párvulo bajo el reconfortante manto del victimismo y excita su autocomplacencia, porque ya se le había anunciado que pertenece a la generación más preparada de la historia. Es una idea mentirosa y es una idea creíble. Los jóvenes de hoy no vivirán peor que sus padres pero su frustración se lo hará creer porque sus expectativas no conocen límites.

Susana Díaz, 70

Susana Díaz, 70

Viví en calle Ferraz cuatro inmortales años. Compraba libros de geishas y kamikazes en la librería El Aleph, observaba el andar melancólico de Adolfo Marsillach y cruzaba hasta el templo de Debod para degustar, en tardes de cines en versión original, el mejor atardecer de elegante paleta anaranjada de Madrid.

PSOE: nos une el espanto

PSOE: nos une el espanto

El pasado domingo, en dos suplementos económicos de la prensa generalista, leí dos reportajes interesantísimos. Uno sobre cómo han cambiado los hábitos de consumo en el supermercado y qué nos dice eso de los cambios sociales subyacentes; y otro sobre la distinta forma que tiene de relacionarse con la realidad los Millenials en comparación con las generaciones anteriores. Cambio generacional, tecnologías disruptivas, sostenibilidad de las pensiones, precarización del empleo, aumento de la desigualdad, formas nuevas de proteger al trabajador sin por ello perder competitividad y flexibilidad… Las cuestiones, además de apasionantes, son urgentes, fundamentales para entender y cambiar la realidad inmediata.

PSOE Fútbol Club

PSOE Fútbol Club

El columnismo ha empezado a fijarse en el número de abstencionistas del PSOE que hacen falta para que haya gobierno (o, eufemísticamente, para que no haya terceras elecciones). Once patriotas, los llama con sorna Arcadi Espada; los once de la fama, dice con no menos sorna Raúl del Pozo.

Alsasua en la crisis del PSOE

Alsasua en la crisis del PSOE

Hace unos días, una horda de abertzales propinó una paliza a dos guardias civiles y a sus novias en Alsasua. Los agentes compartían una noche de viernes, junto a sus parejas, en un bar de la localidad navarra. Y aunque iban de paisano, alguien los reconoció e identificó como miembros del cuerpo de seguridad. Hicieron falta 50 valientes para mandar a los cuatro al hospital.

Prieto, Pedro

Prieto, Pedro

Este es el relato. Había una vez un país cuyo partido socialista se llamaba PSOE y era uno de los más antiguos en su escenario político. También de los más importantes. Importante porque obtenía miles y miles de votos (aunque últimamente renqueaba un tanto), importante (quizá aún más) porque sus fieles habían penetrado en varias capas de la sociedad y usaban allí de poder e influencia. Ahora bien, este partido tenía un problema: era para todos claro que él solito no sería capaz (al menos en los próximos años, probablemente en los próximos lustros, quién sabe si en las próximas décadas) de derrotar electoralmente a los partidos situados a su derecha. Su número de votos apenas superaba el 20 %. A militantes y dirigentes del PSOE les costaba entenderlo: ¿por qué no se les echaba esta esquiva España en sus acogedores brazos?, ¿no eran ellos, a la postre, los que tenían las mejores ideas para ella? (Aunque, a fuer de sinceros, reconozcamos que a muchos de ellos les costaría especificar exactamente cuáles eran tales ideas).

La delirante guerra civil del PSOE

La delirante guerra civil del PSOE

La guerra civil que vive el PSOE es delirante, nefasta para sus intereses y mala para España. Más les vale a todos que no haya elecciones en diciembre porque pueden seguir los pasos de sus homólogos griegos e italianos, o sea, la liquidación por derribo consecuencia de su mala cabeza. A ver cómo termina la refiriega. Pero sería malo para todos que este partido centenario desapareciera, porque es necesaria una formación socialdemócrata y porque de morir ocuparía su papel en la izquierda Podemos, con su populismo y su totalitarismo en vena.

Pozos de ambición en el PSOE

Pozos de ambición en el PSOE

Que el debate dentro del PSOE no es ideológico, menos aún una cuestión de preocupación por el partido, sino un impúdico “quítate tú para ponerme yo” es algo que sólo ignora quien vive de ignorarlo. El principal escollo del Sánchez para consolidarse internamente no ha sido el PP, ni siquiera Podemos, sino los tejemanejes de la presidenta de la Junta de Andalucía, que parece relegar este cargo al mismo lugar en el que los demás informamos en el currículo de que tenemos permiso de conducir tipo B. Sánchez sólo era tolerable en la medida en que no se hiciera fuerte hasta la llegada definitiva de Susana Díaz. Las derrotas sin “paleativos” (sic) que denuncia el susanista Antonio Pradas son profecías retóricas autocumplidas. Y falsas.

El último de Ferraz

El último de Ferraz

Nada une más que el pegamento del poder, como tampoco existe mayor catalizador de enfrentamientos que las travesías en los desiertos de la oposición. El PSOE de Pedro Sánchez, hundido en su suelo electoral a todos los niveles, se ha convertido en un esperpento nacional. Hay quien quiere ver en el cisma socialista el deterioro del régimen que este partido ayudó a crear, pero en realidad no es más que un grotesco reflejo del desplome de la socialdemocracia europea, al que España aporta un episodio guerracivilista de lo más acorde con su tradición cainita. Las batallas en el seno del socialismo son tan antiguas como sus siglas (del enfrentamiento Prieto-Largo Caballero al Guerra-González), pero desde el regreso de la democracia no se recuerda disputa tan hostil, zafia y desvergonzada.

A nadie le gusta Hillary

A nadie le gusta Hillary

Corre un vídeo por internet, y no me hagan buscarlo, en el que sus autores le piden a un puñado de fans de La guerra de las galaxias que describan a algunos de los personajes de la trilogía original con una sola palabra. Han Solo (contrabandista, macarra, carismático), Obi Wan Kenobi (maestro, sabio, paciente), Darth Vader (villano, cruel, poderoso). Luego, en el mismo vídeo, se le pide a esos mismos fans que describan a los personajes de la segunda trilogía. Darth Maul (ehhh…), Qui-Gon Jinn (ummm…), Padmé Amidala (bueee…). 

Quien a yerro mata

Quien a yerro mata

No esperen de Pedro Sánchez que admita error alguno. Después de todo, el desmoronamiento del PSOE es fruto de una estrategia fundada en el odio al PP; en el ‘hay que echarlos’, el ‘si tú no vas ellos vuelven’ y el ‘como ganen me exilio’. La inquina se desató en el 11-M y cobró visos de respetabilidad con Zapatero, al punto de afianzarse como credencial única de la izquierda española. Hoy, a ningún socialista con pedigrí se le convence fácilmente de que odiar al PP no sólo es un pésimo negocio, sino también el síntoma de un colapso crepuscular. ‘Cómo vamos a estar equivocados’, se dicen; ‘la equivocación, en cualquier caso, consistiría en ser de izquierdas’. Y eso sí que no. La paranoia bíblica de Iceta no es tal: véase, si no, cómo va siguiendo de soslayo el guión que tiene sobre el atril.  

El exorcista

El exorcista

Costaría encontrar otro político español que haya causado tanto daño a su partido como Pedro Sánchez. Sí, por supuesto, desde las concejalías de urbanismo del ayuntamiento valenciano de turno. Pero nunca desde la posición de Secretario General. Miento. Zapatero existió. No fue un sueño. Pero Zapatero aparte, costaría encontrar otro político español que etcétera, etcétera. 

Órdago

Órdago

Que los bancos perdonen sus créditos a los partidos políticos. Que Hacienda no reclame las deudas a los clubes de fútbol. Que tengamos que pagar el IVA de nuestras facturas antes de cobrarlas

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