Después de dirigir el desembarco nortemericano en la Segunda Guerra Mundial, Ike Eisenhower fue lanzado como candidato a la presidencia de los Estados Unidos en 1952. Aquel patriota obedeció a los publicistas de Madison Avenue y se interpretó a si mismo en unos montajes televisivos llamados Eisenhower Contesta a América, donde respondía acartonadamente a las preguntas de unos actores que hacían de ejecutivos, granjeros o camioneros. Para ser llevado hasta la conquista de la Casa Blanca, al aspirante le encasquetaron una tonada de Irving Berling y unos alegres dibujos animados de Walt Disney, donde bajo un sol resplandeciente, sonaba I Like Ike, una ligera cancioncilla casi infantil.