
En el Marca no hay esquelas
A las puertas de la Navidad hay que dimitir siempre de algo. Los hay que dimiten del turrón en aras de la operación bikini y también los hay que se privan de algún cargo porque con cumplir con toda la familia en Navidad ya es bastante. Que Aznar deje la presidencia de honor del PP es de esas decisiones que uno no sabría si llevar en la sección de rumores o mandarla a las páginas del corazón directamente. Aznar es un rumor en sí mismo. Un eco que queda en la sede de Génova cuando paran los de las piquetas que reformaron la sede del PP. El PP le ha roto el corazón tantas veces a Aznar últimamente que ya no se presume reconciliación.