El primer mértio de Kacey Musgraves consiste en la épica de su victoria. Es rara la ocasión en que los Grammys, los premios musicales más importantes de Estados Unidos, reconocen la labor de un artista más allá de la visibilidad de su trabajo. Esto quiere decir que se suelen reconocer los éxito de venta masivos con un galardón o varios. La artista texana, con un registro pop con reminiscencias del country, ha acabado con esta tendencia de un plumazo gracias a sus cuatro Grammys. Ni mucho menos en categorías menores.