Protestas sociales
Respuesta a Beatriz Talegón
Somos trabajadores, como cualquier ciudadano, que parece que nuestro mayor error es haber aprobado una oposición, tener claros nuestros principios y valores, y saber cuál es nuestra función.
Cuando dialogar es imponer
Entiendo que la izquierda nos intente engañar con el lenguaje para colarnos su nefasta ideología. Lo que no entiendo ni jamás entenderé es que algunos sigan sin darse cuenta.
La Policía
La Policía es buena, los antidisturbios son buenos. No puede salir gratis que unos sinvergüenzas y unos delincuentes comunes ataquen organizados a la Policía, destruyan el mobiliario público y que no haya detenidos. No es tolerable que no pase nada.
Hugo no quería morir
Al chavismo le está pasando lo mismo que a su fundador: tampoco quiere morirse. Nicolás Maduro debe andar preguntando a los pajarillos de la mansión presidencial por un final acorde a sus delirios socialistas.
Oposición versus Insurrección
No toda la oposición venezolana sigue la misma estrategia. La mejor prueba de que la oposición venezolana más hábil ha renunciado a la estrategia de la tensión y de la desestabilización es Henrique Capriles.
El monopolio de la desvergüenza
El régimen venezolano es monopolista. Posee el monopolio del uso de la violencia y el monopolio de la información.
Pelotas de goma
Vivimos en un momento de absoluta discapacidad para ponernos en la piel del otro, porque el miedo sembrado por la crisis y el estado policial, nos empuja de manera colectiva al abismo del silencio.
Humo y banderas
Los españoles contemplamos con sanísima envidia las estremecedoras imágenes de los manifestantes ucranianos que plantan banderas en las barricadas humeantes. Son enseñas nacionales y también la de la Unión Europea.
Satrapías y deporte
Pancartas de manifestantes contra el Mundial de Río de Janeiro: una imagen de la semana y de muchas semanas. La polémica avanza en torno a las elecciones de sedes olímpicas y mundialistas por parte del CIO y la FIFA.
Efecto escaparate
El efecto escaparate… es una intención que parece implantada en unos gobernantes que siguen sin escuchar lo que la sociedad grita y reclama en las calles
Salvador, cuarenta años en la memoria
Se trata de que la hija del torturado y la del torturador disputan la primera magistratura en un escenario en el que los golpistas todavía no han pedido perdón a sus víctimas