La ingrata tarea del propagandista
«El propagandista sanchista debe estar atento a cada mínimo cambio: quizá ha desplegado sus armas contra un adversario que, de pronto, es socio del gobierno»
«El propagandista sanchista debe estar atento a cada mínimo cambio: quizá ha desplegado sus armas contra un adversario que, de pronto, es socio del gobierno»
«El simpatizante de la izquierda en campaña es un trabajador de la gran causa. Nos lo jugamos todo, dicen. Y en el camino se dejan también la vergüenza»
«Esas palabras de Xi Jinping reflejan un sentir colectivo. Occidente debe reconocer al negociar con China las capacidades por las que el gigante asiático exige respeto»
Salamandra publica una nueva y cuidada edición de la obra de Yevgueni Zamiatin, inspiradora de ‘1984’, con prólogos de Orwell, Margaret Atwood y U. K. Le Guin
«Hablo de los viajeros del pasado como símbolos de un mundo abierto y curioso. Todo lo contrario al mundo donde vivimos ahora, atemorizado por lo ya conocido»
«Bajo la superficie de la omnipotencia de Xi Jinping y el partido comunista, alienta un hartazgo general por las restricciones impuestas por la covid desde hace años»
«Un modelo que maltrata a sus expresidentes, con una economía que hace agua y políticas que ahogan la disidencia, quizá implosione antes de lo que esperamos»
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha recibido en La Moncloa al presidente de la República Popular China, Xi Jinping, en la que es la primera visita de Estado de un presidente chino a España en los últimos 13 años, y la primera de Xi a un país europeo tras su reelección en el 19º Congreso Nacional del Partido Comunista de China el pasado mes de octubre.
El prominente activista por la independencia de Hong Kong, Edward Leung, ha sido condenado este lunes a seis años de cárcel por su participación en las protestas de 2016, los peores disturbios registrados en varias décadas en esta antigua colonia británica. La juez Anthea Pang ha considerado a Leung culpable y ha definido sus acciones durante las revueltas como «excesivas y despiadadas». Otros dos manifestantes, juzgados por los mismos hechos que Leung, han sido condenados a siete y tres años y medio de prisión.
El Estado ha bloqueado las conexiones de pago a servidores conocidas como VPN, las cuales eran utilizadas para acceder a páginas web prohibidas como Youtube, Facebook o Twitter. Del mismo modo, se ha reforzado el Poder Judicial. Según la memoria del Tribunal Supremo, 1.084 personas fueron condenadas por «violentos delitos terroristas» y otras 335 por «arriesgar la seguridad nacional», a lo que defensores de los derechos humanos han llamado «una manera de silenciar a los críticos con el régimen».
Lógico. En las sociedades en las que el orden se impone por terror, la vigilancia y el control son, por su propia naturaleza, universales y omnímodos. Pero hay otro miedo. Muy profundo también. El otro miedo en dictadura. El que sufre el propio aparato totalitario.
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