España es uno de los principales países de destino para la trata de mujeres –la mayoría de ellas jóvenes de entre 18 y 25 años– con fines de explotación sexual. Aunque no hay datos exactos, la Unidad de Extranjería de la Fiscalía General del Estado identificó a 386 mujeres víctimas de trata en 2016, de las cuales 33 eran menores de edad. De esta cifra, 365 fueron captadas para fines de explotación sexual, 15 para explotación laboral, tres para matrimonios forzados, dos para mendicidad y una relacionada con actividades delictivas.