Especialmente afectado se ha mostrado el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien ha declarado a la salida de la sesión de control que estaba “enormemente apenado». «Se hace muy duro esto”, ha añadido. Entre los más duros, el ministro de Justicia, Miguel Catalá, quien ha dicho que “cada uno tendrá sobre su conciencia las barbaridades que haya dicho sobre Barberá» y su presunta participación en una trama de corrupción por la que estaba siendo investigada y había tenido que declarar ante el Supremo esta misma semana. Muy afectada también Celia Villalobos, que tras criticar a Podemos ha dicho: «Ya se acabó, Rita no va a poder demostrar que fue inocente». Mientras que el vicesecretario general del PP, Fernando Fernández Maíllo, ha comentado que «es un día complicado» y ha criticado «a aquellos a los que no han tenido la dignidad de guardar un minuto de silencio, porque antes que políticos somos personas y lamento que algunos no lo entiendan pero creo que Podemos deberá reflexionar por su actitud miserable».
Desde el PSOE, diputados como Eduardo Madina han comentado que «un minuto de silencio no es un homenaje a la trayectoria política de nadie sino un gesto de respeto hacia la persona fallecida y su familia». Más crítico ha sido José María Barreda, también del PSOE, quien ha dicho que «la actitud de Podemos es la deshumanización de la política; no participar en un minuto de silencio, que es expresar el respeto hacia la persona, la familia y sus compañeros, es un comportamiento innecesario. Políticamente (Rita) no me parece que haya hecho una buena gestión, pero eso es otra cosa». Incluso Compromís, partido valenciano que ha sido muy crítico con Rita Barberá, guardó el minuto de silencio. «Por respeto a esa persona decidimos hacer ese minuto de silencio. No entendemos que fuera una reivindicación de la figura política, sino una muestra de respeto», ha dicho su portavoz, Joan Baldoví.